- El líder sindical Hugo Moyano dijo que la adhesión alcanzó 98%
El paro general convocado por los sindicatos opositores en Argentina logró paralizar este jueves la ciudad de Buenos Aires y su periferia, donde miles de personas tuvieron grandes dificultades para trasladarse hasta sus sitios de trabajo debido a la adhesión de los gremios de transportistas.
A las complicaciones generadas por la paralización del metro, autobuses y trenes, se unieron los "piquetes" realizados por sindicatos de la izquierda radical en las principales vías de acceso a Buenos Aires, entre ellas, la Panamericana, donde se registraron choques entre manifestantes y policías.
La mayoría de las escuelas decidieron cerrar sus puertas, ante la dificultad de los niños de llegar a clases, mientras que los centros hospitalarios operaban solo para emergencias.
En el resto del país, el paro se sintió con fuerza en los servicios de transporte urbano, la venta de combustible y la recolección de basura. Los principales puertos de Argentina, Rosario y Formosa, cesaron sus actividades para unirse a la huelga, dijo Efe.
También se vieron limitados los vuelos internacionales en los aeropuertos del país.
En las provincias de Córdoba y Santa Fe, el paro repercutió fuertemente en el transporte público, colegios y centros asistenciales.
En la capital, la paralización del transporte contrastó con la actividad parcial del sector comercio que no se plegó a la medida de fuerza. Tiendas, farmacías, supermercados, restaurantes y bancos abrieron sus puertas en medio de un ambiente en Buenos Aires que se asemejaba a un día domingo.
La huelga fue convocada por tres de las cinco centrales sindicales de Argentina, como medida de fuerza contra "la inflación, el 'ajuste" y la inseguridad". Ocurre en el contexto de las discusiones salariales con el Gobierno, en las que los gremios aspiran conseguir al menos 35% de aumentos, ante una inflación anualizada que se ubicó en 28% en 2013 y que se prevé superará el 30% para 2014.
El Ejecutivo de Cristina Kirchner había propuesto incrementos de hasta 22% al inicio de las discusiones, aunque algunos gremios como los empleados públicos y metalúrgicos han conseguido hasta ahora subidas de hasta 30%.
Los sindicalistas denuncian la pérdida del poder adquisitivo, mermado por la inflación y la devaluación del peso en los tres primeros meses del año.
"El paro ha tenido un acatamiento importantísimo y una adhesión importantísimo. En muchos casos superó el 98%", aseguró en rueda de prensa al final de la jornada Hugo Moyano, dirigente de la CGT disidente, una de las centrales convocantes del paro.
El líder sindical afirmó que el nivel de adhesión que lograron "demuestra que estamos interpretando lo que la gente quería expresar".
Moyano se fortalece
El de este jueves fue el segundo paro importante que enfrenta Kirchner en su segundo periodo. El primero se registró el 20 de noviembre de 2012.
"El sindicalismo opositor ha logrado un paro exitoso en términos de que la gente no ha ido a trabajar", indicó Rosendo ¿Fraga, director del Instituto Nueva Mayoría con sede en Buenos Aires.
Agrega que el éxito de la huelga radicó, al igual que en 2012, a la adhesión de más de 30 gremios del transporte, a pesar de que los sectores industrial, metalúrgicos, construcción y comercio no se adhirieron.
"La singularidad es el éxito del paro como tal, ya que fue alcanzado cuando la mayoría de los grandes gremios no se han sumado", agregó.
No obstante, Fraga resalta como elemento relevante el hecho que los dos gremios del transporte más importantes del oficialismo (conductores de locomotoras y autotransporte), se sumaran al paro.
"El resultado político del paro es claro: Moyano y sus aliados salen fortalecidos y los dirigentes del sindicalismo oficialista debilitados", dijo.
El Gobierno, por su parte, criticó los cortes de ruta y acusó a los promotores de querer hacer "un gran piquete nacional".
Líderes gremiales de las centrales organizadoras se distanciaron de los "piquetes" al afirmar que "corren por cuenta de sectores que no están contenidos ni representados por los gremios convocantes".
Moyano desestimó el argumento del Gobierno de que "la gente no fue a trabajar por los piquetes". "Hay reclamos que no tienen respuesta. Hay que resolver la inseguridad, inflación, devaluación. Este es el mensaje de la sociedad que el Gobierno tiene que tomar en cuenta", dijo.
Fuente: el universal
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