- E l secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagle, instó hoy a los militares tailandeses a actuar "inmediatamente" para celebrar elecciones democráticas, poco después de que la junta anunciase que no contempla llamar a las urnas hasta dentro de 14 o 15 meses.
"Instamos al Ejército de Tailandia a dejar en libertad a los detenidos, a levantar las restricciones a la libertad de expresión y a actuar inmediatamente para devolver el poder al pueblo mediante elecciones libres y justas", dijo Hagel en la conferencia de seguridad Shangri-La Dialogue, que se clausura mañana en Singapur.
"Hasta que esto ocurra (...) el Departamento de Defensa suspende y revisará toda la asistencia y colaboración militar con Bangkok", indicó el secretario de Defensa.
A la vez que reiteraba el compromiso de la Casa Blanca con esta región del mundo, Hagel afirmó que Washington "responderá cuando haya naciones que se distancien de la democracia", como ha ocurrido en Tailandia.
El llamamiento de EEUU surge horas después de que el jefe del Ejército de Tailandia y de la junta militar, Prayuth Chon-ocha, revelase los planes que tienen para el país en una mensaje televisado anoche a la nación.
La primera de tres fases consistirá en la reconciliación de los bandos y responsables de la crisis política que arrastra la nación desde hace ocho años, proceso para el que calculó que durará entre dos y tres meses.
Participarán en esta etapa las 270 personas que ha convocado la junta militar y ha arrestado después por un máximo de siete días, salvo 53 que no acudieron.
El general Prayuth indicó que se respetan todo los derechos humanos con los detenidos y el periodo que se pasan confinados en instalaciones militares es para templar los ánimos.
El jefe de la junta militar señaló que habrá un Gobierno para cuando comience el próximo ejercicio fiscal, en octubre, y añadió que un equipo de expertos redactará una nueva Constitución.
Los golpistas prevén la formación de una Asamblea Nacional, aunque no dicen de qué forma, que elegirá a un primer ministro y este formará su propio Ejecutivo.
Por último, se organizarán elecciones democráticas con la nueva Carta Magna.
"Nada de lo que he destacado sucederá si no cesan las manifestaciones políticas", advirtió el general.
La mayoría de los tailandeses se ha tomado con mucha calma el golpe militar del 22 de mayo, el duodécimo que tienen éxito en Tailandia desde 1932, pero algunos se manifiestan casi desde el primer día en protestas que como máximo han congregado a varios cientos de personas.
La masiva presencia de soldados y militares, el corte del tráfico y la suspensión de medios de transportes, entre otras medidas, abortaron las convocatorias del jueves y viernes pasados en el Monumento a la Victoria, en Bangkok.
Los antigolpe están organizando una "gran concentración" el domingo, pero las autoridades ya han empezado a contraatacar con el cierre de calles y algunos centros comerciales han reaccionado anunciando el cierre para la hora de la manifestación, el mediodía.
El jefe del Ejército insistió en que levantarán el toque de queda y otras medidas restrictivas en cuanto se restablezca la normalidad.
"No podíamos seguir luchando unos con otros tan solo porque tenemos opiniones diferentes (...) todas tienen que buscar una forma de cooperar", señaló Prayuth, quien prometió que los militares regresarán a los cuarteles una vez completada la hoja de ruta.
El anterior golpe de Estado en Tailandia sucedió el 19 de septiembre de 2006, depuso a Thaksin Shinawatra y su Gobierno y fue el detonante de la actual crisis.
EFE
"Hasta que esto ocurra (...) el Departamento de Defensa suspende y revisará toda la asistencia y colaboración militar con Bangkok", indicó el secretario de Defensa.
A la vez que reiteraba el compromiso de la Casa Blanca con esta región del mundo, Hagel afirmó que Washington "responderá cuando haya naciones que se distancien de la democracia", como ha ocurrido en Tailandia.
El llamamiento de EEUU surge horas después de que el jefe del Ejército de Tailandia y de la junta militar, Prayuth Chon-ocha, revelase los planes que tienen para el país en una mensaje televisado anoche a la nación.
La primera de tres fases consistirá en la reconciliación de los bandos y responsables de la crisis política que arrastra la nación desde hace ocho años, proceso para el que calculó que durará entre dos y tres meses.
Participarán en esta etapa las 270 personas que ha convocado la junta militar y ha arrestado después por un máximo de siete días, salvo 53 que no acudieron.
El general Prayuth indicó que se respetan todo los derechos humanos con los detenidos y el periodo que se pasan confinados en instalaciones militares es para templar los ánimos.
"Las restricciones a las asambleas públicas de más de cinco personas y a los medios de información son necesarias", defendió el militar, quien ha amenazado en varias ocasiones a los que publican comentario agitadores.A la fase de reconciliación le seguirá la etapa de reforma del sistema político, que precisará un plazo de doce meses.
El jefe de la junta militar señaló que habrá un Gobierno para cuando comience el próximo ejercicio fiscal, en octubre, y añadió que un equipo de expertos redactará una nueva Constitución.
Los golpistas prevén la formación de una Asamblea Nacional, aunque no dicen de qué forma, que elegirá a un primer ministro y este formará su propio Ejecutivo.
Por último, se organizarán elecciones democráticas con la nueva Carta Magna.
"Nada de lo que he destacado sucederá si no cesan las manifestaciones políticas", advirtió el general.
La mayoría de los tailandeses se ha tomado con mucha calma el golpe militar del 22 de mayo, el duodécimo que tienen éxito en Tailandia desde 1932, pero algunos se manifiestan casi desde el primer día en protestas que como máximo han congregado a varios cientos de personas.
La masiva presencia de soldados y militares, el corte del tráfico y la suspensión de medios de transportes, entre otras medidas, abortaron las convocatorias del jueves y viernes pasados en el Monumento a la Victoria, en Bangkok.
Los antigolpe están organizando una "gran concentración" el domingo, pero las autoridades ya han empezado a contraatacar con el cierre de calles y algunos centros comerciales han reaccionado anunciando el cierre para la hora de la manifestación, el mediodía.
El jefe del Ejército insistió en que levantarán el toque de queda y otras medidas restrictivas en cuanto se restablezca la normalidad.
"No podíamos seguir luchando unos con otros tan solo porque tenemos opiniones diferentes (...) todas tienen que buscar una forma de cooperar", señaló Prayuth, quien prometió que los militares regresarán a los cuarteles una vez completada la hoja de ruta.
El anterior golpe de Estado en Tailandia sucedió el 19 de septiembre de 2006, depuso a Thaksin Shinawatra y su Gobierno y fue el detonante de la actual crisis.
EFE
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