- A unque sorpresiva, la abdicación del rey Juan Carlos I en favor de su hijo Felipe, luego de 39 años en el trono, resulta razonable teniendo en cuenta el complicado panorama que rodea la monarquía española por los escándalos que ha sufrido en los últimos años.
Entre ellos vale recordar la supuesta infidelidad que protagonizó el soberano saliente, las investigaciones sobre posible corrupción y malversación de fondos contra su yerno, Iñaki Urdangarín, que salpica a la hija del rey, la infanta Cristina; y la polémica cacería de elefantes en Botsuana, con una España inmersa en una profunda crisis financiera de la cual apenas muestra visos de una incipiente recuperación, y que además de desprestigio le dejó a Juan Carlos I la fractura de cadera por la que ha requerido varias intervenciones médicas.
Mientras analistas consultados por El Colombiano resaltan que este mensaje de cambio responde a los desafíos que impone los efectos de la crisis económica, con un desempleo que llega al 26 por ciento, que ha elevado el desprestigio que sufren las instituciones y la propia unidad de España parece en riesgo con el separatismo catalán.
Si bien la Monarquía no tiene responsabilidad en la crisis económica, sus propios errores la llevó a estar en el ojo de la crítica de los españoles jóvenes que se cuestionan incluso su propia existencia y a preguntarse cuánto le cuesta a España mantener su realeza.
Esa cifra, para el año 2014, alcanza en total 7.775.040 euros, una cifra que es inferior en un dos por ciento a lo gastado por la Casa Real en 2013, una baja motivada por la política "de reducción de asignaciones a los órganos constitucionales aprobada por las Cortes Generales en los Presupuestos Generales del Estado".
En España, por disposición constitucional, “el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma”. En un ambiente crítico en torno a la familia real y el descrédito de los partidos políticos, muchos españoles sin empleo por cuenta de la recesión económica se preguntan si vale la pena mantener una monarquía que dispone, como salario mensual bruto, por disposición del mismo rey y para sí mismo de 292.752 euros, mientras que el Príncipe Felipe, el nuevo rey, recibía 146.376 euros. En los casos de doña Sofía y el de la Princesa de Asturias, reciben 131.739 euros y 102.464 euros, respectivamente.
En este sentido, la gran prueba para Felipe VI, el nuevo rey de España, será descubrir la forma de recomponer la maltrecha relación con los españoles, sobre todo los más jóvenes que cada vez se manifiestan más antimonárquicos, acercándose más al pueblo y con la casi obligación de proyectar una imagen mucho más normal y menos aristócrata.
Fuente: Vanguardia.com
Mientras analistas consultados por El Colombiano resaltan que este mensaje de cambio responde a los desafíos que impone los efectos de la crisis económica, con un desempleo que llega al 26 por ciento, que ha elevado el desprestigio que sufren las instituciones y la propia unidad de España parece en riesgo con el separatismo catalán.
Si bien la Monarquía no tiene responsabilidad en la crisis económica, sus propios errores la llevó a estar en el ojo de la crítica de los españoles jóvenes que se cuestionan incluso su propia existencia y a preguntarse cuánto le cuesta a España mantener su realeza.
Esa cifra, para el año 2014, alcanza en total 7.775.040 euros, una cifra que es inferior en un dos por ciento a lo gastado por la Casa Real en 2013, una baja motivada por la política "de reducción de asignaciones a los órganos constitucionales aprobada por las Cortes Generales en los Presupuestos Generales del Estado".
En España, por disposición constitucional, “el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma”. En un ambiente crítico en torno a la familia real y el descrédito de los partidos políticos, muchos españoles sin empleo por cuenta de la recesión económica se preguntan si vale la pena mantener una monarquía que dispone, como salario mensual bruto, por disposición del mismo rey y para sí mismo de 292.752 euros, mientras que el Príncipe Felipe, el nuevo rey, recibía 146.376 euros. En los casos de doña Sofía y el de la Princesa de Asturias, reciben 131.739 euros y 102.464 euros, respectivamente.
En este sentido, la gran prueba para Felipe VI, el nuevo rey de España, será descubrir la forma de recomponer la maltrecha relación con los españoles, sobre todo los más jóvenes que cada vez se manifiestan más antimonárquicos, acercándose más al pueblo y con la casi obligación de proyectar una imagen mucho más normal y menos aristócrata.
Fuente: Vanguardia.com
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