Al menos 281 proxenetas fueron también detenidos en la llamada Operación Cross-Country, de una semana de duración y de la que el director del FBI, James Comey, dijo que puede ayudar a “terminar” con los “abusos” a la juventud estadounidense.
El fiscal general adjunto Leslie Caldwell declaró que los proxenetas “crearon una pesadilla viviente para sus víctimas adolescentes”, que eran vendidas para mantener relaciones sexuales en los Estados Unidos.
“Usaron el miedo y la fuerza, y trataron a los niños como artículos sexuales para ser vendidos una y otra vez”, dijo Caldwell en un comunicado.
“Esta operación pone a los traficantes entre rejas y rescata a los chicos de su pesadilla para que puedan recuperar su infancia”.
El FBI, el Departamento de Justicia y el Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados han recuperado cerca de 3.600 niños desde que se asociaron en 2003 para tratar el problema de la prostitución infantil en Estados Unidos.
Sus operaciones conjuntas han llevado a prisión a 1.450 personas.
Abc
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