En esta ocasión, se han definido las cuotas de caza en las diferentes áreas del estado, realizándose las cacerías a partir del 24 de octubre. Estos son los detalles de lo que se ha ido aprobando en los últimos meses: Se permitirá la caza de un máximo de 320 osos negros dentro de cuatro de las siete áreas BMU existentes.
Cada área tiene un tope de presas permitidas basado en la población de osos locales (40 en este del Panhandle, 100 en el Norte, 100 en el Centro y 80 en el Sur).
La temporada comienza el 24 de octubre y su duración mínima es de dos días. La cacería se dará por terminada en cada área cuando se alcanza su cuota de presas o como tarde el 30 de octubre. El permiso de caza cuesta $100 para residentes de la Florida y $300para residentes de otros estados. Al 2 de septiembre ya se habían emitido 1,967 permisos.
No hay un tope, se seguirán vendiendo hasta el día anterior al comienzo de la temporada. Estos permisos otorgan a cada cazador la posibilidad de cazar un solo oso en toda la temporada. Está prohibido el desperdicio intencionado. Según la FWC, “la mayoría de los cazadores hacen todo el esfuerzo para preparar la carne para la mesa, tal como lo hacen con los ciervos y pavos”.
“El objetivo es estabilizar la población de osos en las cuatro áreas de manejo de la especie (BMU) usando la caza como una forma de alcanzar un 20% de mortalidad en cada población”, según comparte Tammy Sapp, gerente de comunicaciones de la FWC, que asegura también que el dinero recolectado por la venta de los permisos será destinado a apoyar la conservación de osos.
“El objetivo es estabilizar la población de osos en las cuatro áreas de manejo de la especie (BMU) usando la caza como una forma de alcanzar un 20% de mortalidad en cada población”, según comparte Tammy Sapp, gerente de comunicaciones de la FWC, que asegura también que el dinero recolectado por la venta de los permisos será destinado a apoyar la conservación de osos.
Según los registros de esta entidad, los osos negros estuvieron categorizados como amenazados de extinción en la Florida desde 1974 hasta 2012. En este período sus poblaciones pasaron de 300-500 individuos a superar los 3,000 en 2002. En 2012 se removió de la lista de especies amenazadas.
La decisión de abrir la caza de esta especie, que se dictaminó en abril no ha venido sin resistencia. Diferentes organizaciones conservacionistas se han opuesto con el argumento de que las poblaciones aún son reducidas. Particularmente la organización Speak Up Wekiva, Inc.incluso presentó una demanda contra la FWC, calificando la autorización de esta cacería como inmoral, según describe en su página de recolección de fondos GoFundMe.
“Los datos recolectados tras la temporada de caza 2015 ayudarán efectuar recomendaciones para cambios en los años futuros” afirma Sapp.
Univision.com
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