En una exuberante fiesta policroma que trasladó el sambódromo al mítico estadio Maracaná, unas 70.000 personas dijeron adiós a los Juegos bajo la lluvia y vientos de más de 100 km por hora.
“Fueron unos Juegos maravillosos en la ciudad maravillosa”, declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, antes de que se apagara en forma definitiva la llama olímpica en el Maracaná. “Los brasileños han transformado esta gran competición en una fiesta para todo el mundo”, añadió.
Como Tokio acogerá los Juegos Olímpicos en 2020, la posta fue entregada al primer ministro japonés Shinzo Abe, que dejó al mundo boquiabierto al irrumpir en el estadio disfrazado del personaje de videojuegos Mario Bros.
La mayoría de los brasileños ha quedado orgulloso de la imagen que el país mostró al mundo, pero también creen que las Olimpíadas hicieron más daño que bien, señaló un sondeo del instituto Ibope difundido el domingo.
Un 62% de los encuestados dijo que los Juegos fueron más negativos que positivos, mientras 57% consideró que mejoraron la imagen de Brasil a nivel internacional, mostró la encuesta publicada en el diario O Estado de Sao Paulo.
Este país con inmensas desigualdades sociales padece desempleo récord, una inflación que duplica la meta oficial y la peor recesión en casi un siglo. Tras la fiesta, ha llegado la hora de pagar las cuentas.
Recuerdos para la historia
Rio-2016 deja varios recuerdos para la historia, como el tercer triplete del jamaiquino Usain Bolt, medalla de oro en los 100 metros, 200 metros y 4×100 metros, igual que en Pekín-2008 y Londres-2012.
O como el nadador estadounidense Michael Phelps, que conquistó seis nuevas medallas (cinco doradas) para colgarse al cuello un total apabullante de 28 podios en su carrera.
No faltaron polémicas ni escándalos. El presidente del Comité Olímpico Irlandés y de los Comités Olímpicos Europeos, Patrick Hickley, fue encarcelado en una prisión de máxima seguridad de Rio tras ser acusado de liderar una red de reventa ilegal de ingresos.
Y el nadador estadounidense Ryan Lochte se vio obligado a pedir disculpas tras mentir que fue asaltado por policías armados al regresar de una fiesta, cuando en realidad estaba borracho y vandalizó una gasolinera junto a tres de sus compañeros de equipo.
Oro en las maletas
Estados Unidos se vuelve con las maletas cargadas de oro, 46 de un total de 121 medallas, afianzándose como la potencia deportiva mundial.
Lo novedoso es que Gran Bretaña, con su barrida en ciclismo, desplazó a China -que tuvo sus peores Juegos en 20 años- del segundo lugar del medallero (27 oros).
Y pese a la exclusión de más de un centenar de sus deportistas por estar involucrados en acusaciones de dopaje, Rusia siguió en el cuarto lugar del medallero.
América Latina celebró 19 sueños dorados, seis más que en Londres-2012.
El anfitrión Brasil tuvo el mejor desempeño de la región. No consiguió ubicarse en el Top 10 de cantidad total de medallas como era su objetivo, pero quedó en 13° lugar, su mejor desempeño en unos Juegos Olímpicos, luego ubicarse 16° en Londres-2012.
Fueron siete oros para el gigante sudamericano, dos de ellos los más deseados: el inédito oro en fútbol con Neymar y en voleibol, el segundo deporte más popular del gigante sudamericano.
Cuba fue segunda con un pobre balance de 5-2-4 y Colombia cerró su mejor participación en el tercer lugar con 3-2-3.
Caterine Ibargüen, en el triple salto; Mariana Pajón, en ciclismo BMX, y Óscar Figueroa, en la halterofilia, le entregaron tres medallas de oro al país del café y el vallenato, superando en dos doradas la producción de Londres-2012 y Sídney-2000.
Argentina se llevó tres oros en vela, judo y hockey sobre césped masculino. Mejoró en dos la campaña de Londres-2012 e igualó con los Juegos de 1928, 1932 y 1948.
A las puertas del impeachment
Apenas caído el telón de los Juegos, los brasileños se preparan para enfrentar días dramáticos con el inicio este jueves del juicio de destitución de la suspendida presidenta Dilma Rousseff.
Acusada de maquillar las cuentas públicas, Rousseff insiste en que es víctima de un golpe legislativo tramado por su exvice y actual archirrival, el presidente interino Michel Temer. Todo indica que será destituida por el Senado a fin de este mes.
Abucheado el 5 de agosto en la ceremonia de apertura, y con muchos brasileños protestando en su contra en los estadios olímpicos, Temer prefirió no acudir al cierre de Rio-2016 para evitar nuevas humillaciones.
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