A unos 1.000 kilómetros de Buenos Aires, a los pies de la Cordillera de los Andes y rodeada de viñedos que concentran el 60 % de la producción de vino argentino, la ciudad de Mendoza, capital de la provincia homónima, acoge desde ayer las primeras reuniones técnicas previas al encuentro.
Según informaron a Efe fuentes oficiales, Mendoza cuenta con un presupuesto de unos 21,7 millones de pesos (casi 1,3 millones de dólares) para financiar gastos de hospedaje, traslados y otros servicios, de los cuales 16,7 millones de pesos (casi un millón de dólares) los aportará el Gobierno nacional y el resto, el Ejecutivo provincial.
Ésta es la tercera vez que la provincia acoge la cumbre del bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Alrededor de 1.200 efectivos de las fuerzas de seguridad provinciales y la Policía Federal Argentina participan en el dispositivo que se desplegará a lo largo de esta semana con motivo de la presencia de los presidentes de al menos seis países suramericanos, que llegarán a la ciudad entre el jueves y el viernes.
En ese sentido, se cercarán mediante “anillos de seguridad” los sectores aledaños a lugares vinculados a la cumbre, como son los cuatro hoteles de cinco estrellas en los que estarán alojados los mandatarios y el resto de funcionarios que participarán en el encuentro, que, precisamente, tendrá lugar en uno de ellos.
El dispositivo se extenderá al aeropuerto internacional El Plumerillo y al de la IV Brigada Aérea, así como a las cercanías de la bodega Los Toneles, en la que los cancilleres y los ministros del área económica que integran el Consejo del Mercado Común (CMC), el órgano político del bloque, realizarán una cena el jueves, tras celebrar su reunión ordinaria.
Según el Gobierno provincial, únicamente se interrumpirá la circulación habitual de los ciudadanos durante la entrada y la salida de los presidentes a dichos lugares.
Mendoza espera acoger a unas 3.000 personas esta semana, entre las que se encuentran autoridades políticas, equipos técnicos, fuerzas de seguridad, personal de distintas áreas del Gobierno, proveedores y los 400 periodistas de medios nacionales e internacionales que están acreditados.
Por ese motivo, también se ha puesto en marcha un plan de protección de salud, que será coordinado por el Ministerio de Salud y la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa) y por el que en cada hotel se establecerá una guardia médica permanente.
Tras dos días de reuniones preparatorias, la agenda oficial arrancará el miércoles con la sesión extraordinaria del Grupo Mercado Común (GMC), órgano ejecutivo del bloque suramericano.
El jueves tendrá lugar la reunión del CMC, en la que abordarán cuestiones de relevancia para el bloque y articularán su agenda para la segunda mitad de este año, la cual será revisada el viernes por los jefes de Estado, que tomarán las decisiones finales y las presentarán ante la prensa.
Por el momento, está confirmada la asistencia de los presidentes de los cuatro países fundadores: Mauricio Macri (Argentina), Michel Temer (Brasil), Horacio Cartes (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay), a quien la Universidad Nacional de Cuyo, de Mendoza, otorgará el título de doctor honoris causa este jueves.
Además, estarán presentes Evo Morales, jefe de Estado de Bolivia, país que está en proceso de adhesión, y Michelle Bachelet, de Chile, que como Ecuador, Perú, Colombia, Guyana y Surinam, es uno de los asociados al bloque.
Una de las mayores incógnitas es si se presentará alguien en representación de Venezuela, cuyo proceso de adhesión como Estado parte está suspendido desde diciembre por no haber adoptado el acervo normativo del Mercosur en el plazo acordado.
Se espera que entre los aspectos centrales a tratar en esta cumbre destaquen la crisis política, económica y social que atraviesa el país caribeño, así como la futura firma de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y el acercamiento a la Alianza del Pacífico -compuesta por Chile, México, Colombia y Perú-.
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