El predio abandonado que se derrumbó la madrugada del martes estaba ocupado ilegalmente por unas 90 familias sin techo.
Los bomberos informaron hoy por la mañana que aún no se sabe el paradero de 44 personas que moraban en el edificio, aunque se ignora si todas ellas se encontraban allí en el momento del desplome. Por lo pronto, sólo se confirmó la muerte de un hombre llamado Ricardo que cayó al vacío cuando los bomberos intentaban rescatarlo.
La Alcaldía de San Pablo informó que 248 personas que ocupaban el edificio recibieron alimentos y serán enviadas a albergues. Escombros y hierros retorcidos formaron un montículo de unos diez metros de altura en la avenida Río Branco, en el centro de San Pablo, de donde este miércoles aún continuaba saliendo humo.
Debido a la alta temperatura de los escombros, es necesario seguir rociando agua antes de iniciar la búsqueda de personas,explicó hoy el mayor Max Schroeder del Cuerpo de Bomberos. El presidente Michel Temer se hizo presente ayer en el lugar del siniestro pero debió dejarlo de inmediato ante los insultos del público.
Durante la madrugada de hoy palas mecánicas fueron empleadas para retirar parte de los escombros de la avenida Río Branco, pero no se avanzó sobre la masa de hierro y concreto. Allí “no se puede entrar con equipamiento pesado porque eso puede causar algún daño a indeseable en las víctimas”, dijo el mayor Schroeder.
Ansa
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