Tras la masacre 2.0, incluso el fuego cruzado del terrorismo islámico (por ahora solo de posteo) llega a través de Internet.
En un mensaje fechado el 15 de marzo en Telegram, los grupos afiliados a Al Qaeda hablan de la masacre en Nueva Zelanda como una “guerra de los cruzados” contra los musulmanes y prometen responder con el “lenguaje de la sangre”.
Sobre el canal Telegram pro ISIS denominado Al-Asyaf Al Baghdadi, el llamamiento es “derramar la sangre de los cruzados”, mientras que otros sitios mencionados por Site (el portal que monitorea el movimiento de los grupos yihadistas en Internet) incitan a atacar “las iglesias” en señal de venganza.
Rahel, otro canal Telegram cercano al Califato, publica una foto que muestra un fusil, una bandera negra del ISIS y un cinturón suicida con varios mensajes escritos de acuerdo con el mismo patrón utilizado por el asesino Brenton Tarrant que había grabado en sus armas los nombres de los “héroes” símbolo de las guerras contra los musulmanes, desde Poitiers a Lepanto: el rey franco Carlo Martello, el duque Sebastiano Venier, el almirante veneciano Marco Antonio Bragadin. Todos nombres escritos con el rotulador blanco en las dos ametralladoras que sostiene el hombre para su matanza.
“La venganza vendrá pronto”, prometen los yihadistas, “has abierto las puertas del infierno sobre tu isla”.
A dos días del ataque a las mezquitas de Christchurch que el supremacista Brenton Tarrant transmitió gracias a la videocámara “go pro” montada sobre su casco, Facebook anunció, a través de su responsable para Nueva Zelanda Mia Garlick, que “en las primeras 24 horas, hemos removido 1,5 millones de videos del ataque en todo el mundo, de los cuales más de 1,2 millones fueron bloqueados mientras eran cargados”.
Pero a las intervenciones, logradas gracias a una combinación de automatismo tecnológico y acciones humanas, se les escaparon 300 mil videos: una tasa de fracaso del 20% del total. No sólo eso.
Según el blog estadounidense TechCrunch, muchos videos se publicaron en Facebook hasta 12 horas después del ataque y aún no está claro cuántas visualizaciones, compartidas y me gusta hubieron en esta infinita multiplicación de terror en línea cuyos riesgos no son solo virtuales.
En tanto, en espera de comparecer de nuevo en el tribual el próximo 5 de abril, el mismo asesino está arriesgando su piel.
Brenton Tarrant está en la mira de las bandas criminales locales, que amenazan con represalias contra él.
“También tenemos amigos en prisión…”, amenazó a través del New Zealand Herald uno de los miembros de una banda que ofreció apoyo a las familias de las víctimas.
“Desde que llegaron a Nueva Zelanda, ahora son nuestros. Son nuestra gente”, explicó, y agregó que lo que hizo Tarrant “fue asqueroso, incorrecto en todos los aspectos”.
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