Esta detención ponía fin a horas de incertidumbre desde que el domingo por la noche, presionado por días de violentas protestas en su país, el rey Mohamed VI de Marruecos anunciase, en una decisión excepcional, que revocaba el indulto a Galván.
El hombre, de 63 años, que habría viajado a España el jueves, formó parte de un grupo de 48 presos españoles graciados el pasado martes por el monarca en nombre, según los medios oficiales marroquíes, de las buenas relaciones con España.
Para sofocar el escándalo que este caso suscitó en su país, Mohamed VI decidió el lunes destituir al director de la administración penitenciaria marroquí, Hafid Benhachem, por considerar que ésta transmitió "informaciones erróneas de la situación penal" de Galván por las que fue incluido en la lista de indultados.
Poco después de la destitución del jefe de la administración penitenciaria Marruecos lanzó una orden de captura contrra el pedófilo, según un comunicado del ministerio marroquí de Justicia.
La orden de captura se produce tras las instrucciones del rey Mohamed VI al ministro de Justicia marroquí, Mustafa Ramid, "de examinar con su homólogo español" lo que ha de suceder tras la reciente decisión de revocar el indulto al pedófilo español.
Ahora su suerte depende de la justicia española que tendrá que decidir si cumple su pena en España.
Esa era la intención inicial del gobierno de Madrid cuando incluyó su nombre en una lista de 30 presos españoles cuya repatriación solicitó a Marruecos.
La embajada de España en Rabat propuso a las autoridades marroquíes "una lista de 18 presos para indulto y otra de 30 para ser trasladados a España para cumplir su pena aquí, y Galván figuraba entre los segundos", declaró una fuente conocedora del proceso.
Según el ministerio español de Asuntos Exteriores, fue decisión de las autoridades de Marruecos indultar a los 48 presos pocos días después de la visita oficial en julio del rey Juan Carlos de España.
La Casa Real española aseguró este lunes que no tuvo "nada que ver (...) en la elaboración de ninguna lista". Durante su entrevista con Mohamed VI, el monarca español sólo "se interesó por la situación de los presos españoles en Marruecos" , afirmó un portavoz.
Ante la ola de indignación suscitada por el indulto a Galván en Marruecos, un país muy sensible al turismo sexual, Mohamed VI había anunciado el sábado una investigación para determinar cómo su nombre había sido incluido en la lista de indultados.
El pasado de este hombre de origen iraquí y nacionalidad española está rodeado de confusión y algunos medios lo presentaron como un espía aunque el servicio de inteligencia español negó a la prensa toda relación con él.
Según el diario español El País, Galván había afirmado a su abogado marroquí ser un exoficial del ejército iraquí y haber colaborado con servicios secretos extranjeros para derrocar al régimen de Saddam Husein, expulsado del poder en 2003 por una intervención militar estadounidense que contó con el apoyo de España.
Para este rotativo, el nombre de Daniel Galván Viña puede "ser la identidad que le fabricaron los servicios secretos cuando accedieron a sacarle de Irak, le proporcionaron documentación española y le convirtieron en catedrático murciano jubilado".
Un portavoz de la Universidad de Murcia, en el sureste de España, reconoció que el hombre había efectivamente trabajado en la institución, pero no como docente.
Galván, que fue becario entre 1996 y 1998 tras lo cual trabajó bajo contrato hasta 2002, "estaba involucrado en el desarrollo de las relaciones de la universidad con el mundo árabe y la movilidad de los estudiantes". "No era profesor, era fundamentalmente técnico del personal administrativo", precisó.
Según el diario El Mundo, el hombre se había instalado en 2005 en Kenitra, en Marruecos, y contó a su entorno que era profesor universitario jubilado. "El tribunal que lo condenó estableció que se aprovechó de los problemas financieros del vecindario" para abusar sexualmente de varios niños, agregaba.
Fuente: Terra
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