Por eso, un pariente que vive en Argentina le aconsejó ir a ese país para rebajar el costo y el ahorro se tradujo que por menos del valor de una píldora accedió a ocho. “La caja de ocho comprimidos cuesta $ 12.500, así que en el último viaje compramos 10. Con eso nos alcanza para casi nueve meses. Fui en junio y ahora el fin de semana largo de nuevo, así que me vengo bien abastecido”, cuenta satisfecho.
Según un sondeo de precios realizado por La Tercera en cadenas de farmacias chilenas y de Argentina, efectivamente, los remedios en ese país pueden llegar a presentar valores de hasta 80% más bajo. Eso ha impulsado a que muchos chilenos viajen a Mendoza o a Buenos Aires a adquirir los fármacos.
Así, por ejemplo, para enfermedades de alto costo como el cáncer de mama, pulmón y otros, el fármaco Taxotere alcanza un precio de $ 175.180 en farmacias nacionales, mientras que en el vecino país la cifra se reduce a $ 72.679. En cuanto a medicamentos destinados a otras patologías crónicas como el VIH, el precio de un producto como Videx EC asciende a $ 174.990 en Chile,mientras que en Argentina se puede encontrar por $ 52.543. Roberto Elixauser, encargado de la farmacia Tunuyán de Mendoza, sostiene que “casi mil chilenos llegan cada mes al recinto de Uspallata para adquirir medicamentos. Compran remedios para diabéticos, colesterol y tiroide, es lo que más sale. Aunque poseen distintos nombres, se respeta el principio activo”.
ESTADO
El director del Instituto de Salud Pública, Sthepen Jarpa, admite que en Argentina “efectivamente hay algunos productos de marca y algunos genéricos que son muy baratos en comparación con Chile. Ciertos medicamentos tienen diferencias de hasta dos o tres veces”. La autoridad afirma que esto ocurre porque en Argentina “el producto está subsidiado por el Estado, también hay un control de precios de parte del Fisco y tienen programas internos como ‘Remediar’ y otros que van a controlar los costos”. Otro factor que pesa es que en esa nación se produce un mayor volumen y el costo de fabricación es bajo, lo que hace que el valor al consumidor sea menor.
Jarpa dice que “en Chile esto no pasa, porque hay libertad de precios y la industria farmacéutica define según costos de traslado, distribución o producción”. El director del ISP aclara que productos de masivo consumo en Chile poseen un valor más bajo que Argentina, pues tienen la calidad de bioequivalentes.
Recordó que personas naturales pueden internar fármacos para consumo personal, pero no en volúmenes altos, porque es ilegal.
Fuente: latercera.com
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