"Hemos recogido más de 130 muertos hasta la noche pasada. Todavía no hemos visitado todas las zonas en las que ocurrieron ayer los combates. De momento, no podemos cerrar la lista (de víctimas mortales)", dijeron a Efe fuentes de la Cruz Roja.
Esa cifra supera con creces la divulgada el jueves por Médicos Sin Fronteras (MSF), que habló de al menos cincuenta muertos y cerca de cien heridos, mientras que las autoridades fijan las víctimas mortales en, por lo menos, más de un centenar.
La mañana del viernes empezó con algunos incidentes violentos en distritos del sur de Bangui, mientras que también se registraron altercados durante la noche en otros lugares de la ciudad, según pudo constatar Efe.
La situación sigue siendo complicada en la capital, pese a que el presidente de Francia, François Hollande, anunció anoche el comienzo de una acción militar "de forma inmediata", tras recibir el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU para que las tropas francesas puedan intervenir en el país junto a una fuerza africana.
Varios testigos del norte, oeste y sur de Bangui aseguraron a Efe que miembros del grupo rebelde Séléka -cuyo líder, Michel Djotodia, ejerce como presidente de la transición de la RC- están cometiendo abusos en esas zonas.
"Los militares franceses aún no han pasado a la acción esta mañana. Nuestro barrio ha sido invadido a primera hora de la mañana por hombres de Séléka. Roban, secuestran a jóvenes, matan y todos estamos huyendo", dijo a Efe Patrick Zoumaya, vecino del distrito de Fatima.
Entretanto, en el monasterio "Marie Mére du Verbe", en el cuarto distrito de Bangui, la situación humanitaria de miles de personas que huyeron de los combates este jueves comienza a ser difícil.
"No tenemos agua ni lugares para el aseo. No podemos salir a buscar comida, porque los hombres del Séléka están siempre presentes en nuestro vecindario", comentó a Efe Jacques Ouilikon, uno de los refugiados en el monasterio.
Pese a todo, Djotodia aseguró anoche que la situación estaba bajo control tras decretar un toque de queda de las seis de la tarde hasta las seis de la mañana en todo el territorio nacional.
El Ministerio de Seguridad Pública, por su parte, anunció el cierre de las fronteras centroafricanas con la República Democrática del Congo, desde el jueves hasta nuevo aviso.
Los ataques de las milicias "Anti-Balaka" llevaron ayer el caos a Bangui donde se registraron intensos tiroteos con artillería pesada.
Los enfrentamientos, iniciados por esos milicianos cristianos partidarios del derrocado presidente François Bozize, ocurrieron antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para restablecer el orden en ese país.
Las Fuerzas de Seguridad hicieron frente a las milicias cristianas, apoyadas por miembros de Séléka.
En las últimas semanas, se han registrado choques entre partidarios de Séléka y la milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional), que han atacado a civiles musulmanes, confesión de los miembros de Séléka, pero minoritaria en el país.
La crisis de la República Centroafricana comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé al exilio.
EFE/Google
Esa cifra supera con creces la divulgada el jueves por Médicos Sin Fronteras (MSF), que habló de al menos cincuenta muertos y cerca de cien heridos, mientras que las autoridades fijan las víctimas mortales en, por lo menos, más de un centenar.
La mañana del viernes empezó con algunos incidentes violentos en distritos del sur de Bangui, mientras que también se registraron altercados durante la noche en otros lugares de la ciudad, según pudo constatar Efe.
La situación sigue siendo complicada en la capital, pese a que el presidente de Francia, François Hollande, anunció anoche el comienzo de una acción militar "de forma inmediata", tras recibir el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU para que las tropas francesas puedan intervenir en el país junto a una fuerza africana.
Varios testigos del norte, oeste y sur de Bangui aseguraron a Efe que miembros del grupo rebelde Séléka -cuyo líder, Michel Djotodia, ejerce como presidente de la transición de la RC- están cometiendo abusos en esas zonas.
"Los militares franceses aún no han pasado a la acción esta mañana. Nuestro barrio ha sido invadido a primera hora de la mañana por hombres de Séléka. Roban, secuestran a jóvenes, matan y todos estamos huyendo", dijo a Efe Patrick Zoumaya, vecino del distrito de Fatima.
Entretanto, en el monasterio "Marie Mére du Verbe", en el cuarto distrito de Bangui, la situación humanitaria de miles de personas que huyeron de los combates este jueves comienza a ser difícil.
"No tenemos agua ni lugares para el aseo. No podemos salir a buscar comida, porque los hombres del Séléka están siempre presentes en nuestro vecindario", comentó a Efe Jacques Ouilikon, uno de los refugiados en el monasterio.
Pese a todo, Djotodia aseguró anoche que la situación estaba bajo control tras decretar un toque de queda de las seis de la tarde hasta las seis de la mañana en todo el territorio nacional.
El Ministerio de Seguridad Pública, por su parte, anunció el cierre de las fronteras centroafricanas con la República Democrática del Congo, desde el jueves hasta nuevo aviso.
Los ataques de las milicias "Anti-Balaka" llevaron ayer el caos a Bangui donde se registraron intensos tiroteos con artillería pesada.
Los enfrentamientos, iniciados por esos milicianos cristianos partidarios del derrocado presidente François Bozize, ocurrieron antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para restablecer el orden en ese país.
Las Fuerzas de Seguridad hicieron frente a las milicias cristianas, apoyadas por miembros de Séléka.
En las últimas semanas, se han registrado choques entre partidarios de Séléka y la milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional), que han atacado a civiles musulmanes, confesión de los miembros de Séléka, pero minoritaria en el país.
La crisis de la República Centroafricana comenzó cuando, el pasado 24 de marzo, la capital fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé al exilio.
EFE/Google
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