- Ana María González está contra las cuerdas por haber presuntamente envenenado a su amante.
Se trata ni más ni menos que de una de las más importantes oncólogas de Estados Unidos. Ana María González Angulo tiene más de 120 publicaciones y trabaja en uno de los hospitales más importantes en el tratamiento e investigación del cáncer: el MD Anderson Cancer Center.
Pero todo esto se ha visto empañado por un problema judicial que hoy colma la atención en Estados Unidos: la posible intención suya de envenenar al también médico George Blumenschein, con quien sostenía una relación de sexo casual a pesar de que este tenía novia. Eso es lo que han relatado los medios de ese país.
La historia no deja de causar sensación en los diarios norteamericanos, en especial porque González Angulo se declaró “no culpable” en el juicio que comenzó este lunes. La colombiana, de 42 años de edad y oriunda de Popayán, enfrenta cargos que podrían representarle prisión perpetua en la cárcel, si resulta culpable.
Como contó Semana.com un año atrás, cuando comenzó la historia, la oncóloga está acusada de haber supuestamente envenenado el café de su entonces pareja, George Blumenschein.
La historia cuenta que González preparó una taza de café para él en su apartamento y luego le habría vertido etilenglicol, una sustancia química tóxica de sabor dulce que puede ser mortal en grandes cantidades, que se encuentra en productos anticongelantes y a la cual tienen acceso fácilmente ambos médicos en el centro donde trabajan.
Horas después, Blumenschein fue llevado de emergencia a un hospital por “dificultades para hablar, pérdida de equilibrio, falta de motricidad, complicaciones cardiopulmonares, depresión del sistema nervioso central e insuficiencia renal” y tuvo que someterse a diálisis. El hombre sobrevivió a pesar del grave daño que sufrieron sus riñones.
Los fiscales, según Houston Chronicle, se refieren a la relación entre González y Blumenschein como una “obsesión fatal”. Igualmente, el portal cbsnews.com asevera que los fiscales presentarán grabaciones telefónicas de la oncóloga que la comprometen con otras acciones presuntamente delictivas donde dice que ella se encarga de sus asuntos “a la manera colombiana”.
Ana María González se graduó en la Universidad del Cauca, de Popayán. Se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación profesional y completó su residencia de medicina interna en el centro médico Mount Sinai, en Miami.
Luego, en el 2003, pasó a la Universidad de Texas MD Anderson Center de Houston, donde se especializó en cáncer de mama. Allí ocupa la jefatura de la sección de investigación clínica y desarrollo de medicamentos del MD Anderson, y es el lugar donde conoció a George Blumenschein.
Las autoridades no descartan, sin embargo, investigar a Evette Toney, novia del médico envenenado. La oncóloga colombiana le dijo a un compañero suyo que quien envenenó a Blumenschein había sido realmente su novia. Este médico así se lo confesó a la Fiscalía.
El juicio sigue su camino y poco a poco la Fiscalía sacará sus cartas mientras la reconocida colombiana se defiende de semejante acusación. En fin, es toda una novela.
Fuente: semana.com
Pero todo esto se ha visto empañado por un problema judicial que hoy colma la atención en Estados Unidos: la posible intención suya de envenenar al también médico George Blumenschein, con quien sostenía una relación de sexo casual a pesar de que este tenía novia. Eso es lo que han relatado los medios de ese país.
La historia no deja de causar sensación en los diarios norteamericanos, en especial porque González Angulo se declaró “no culpable” en el juicio que comenzó este lunes. La colombiana, de 42 años de edad y oriunda de Popayán, enfrenta cargos que podrían representarle prisión perpetua en la cárcel, si resulta culpable.
Como contó Semana.com un año atrás, cuando comenzó la historia, la oncóloga está acusada de haber supuestamente envenenado el café de su entonces pareja, George Blumenschein.
La historia cuenta que González preparó una taza de café para él en su apartamento y luego le habría vertido etilenglicol, una sustancia química tóxica de sabor dulce que puede ser mortal en grandes cantidades, que se encuentra en productos anticongelantes y a la cual tienen acceso fácilmente ambos médicos en el centro donde trabajan.
Horas después, Blumenschein fue llevado de emergencia a un hospital por “dificultades para hablar, pérdida de equilibrio, falta de motricidad, complicaciones cardiopulmonares, depresión del sistema nervioso central e insuficiencia renal” y tuvo que someterse a diálisis. El hombre sobrevivió a pesar del grave daño que sufrieron sus riñones.
Los fiscales, según Houston Chronicle, se refieren a la relación entre González y Blumenschein como una “obsesión fatal”. Igualmente, el portal cbsnews.com asevera que los fiscales presentarán grabaciones telefónicas de la oncóloga que la comprometen con otras acciones presuntamente delictivas donde dice que ella se encarga de sus asuntos “a la manera colombiana”.
Ana María González se graduó en la Universidad del Cauca, de Popayán. Se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación profesional y completó su residencia de medicina interna en el centro médico Mount Sinai, en Miami.
Luego, en el 2003, pasó a la Universidad de Texas MD Anderson Center de Houston, donde se especializó en cáncer de mama. Allí ocupa la jefatura de la sección de investigación clínica y desarrollo de medicamentos del MD Anderson, y es el lugar donde conoció a George Blumenschein.
Las autoridades no descartan, sin embargo, investigar a Evette Toney, novia del médico envenenado. La oncóloga colombiana le dijo a un compañero suyo que quien envenenó a Blumenschein había sido realmente su novia. Este médico así se lo confesó a la Fiscalía.
El juicio sigue su camino y poco a poco la Fiscalía sacará sus cartas mientras la reconocida colombiana se defiende de semejante acusación. En fin, es toda una novela.
Fuente: semana.com
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