El papa Francisco afirmó en Turquía, donde fue recibido por el presidente Recep Tayyip Erdogan, que "es legal detener al agresor injusto, pero siempre en cumplimiento del derecho internacional".
Aludiendo sin mencionarlo al grupo terrorista Estado Islámico, que está causando estragos en Irak ySiria, el Papa agregó que "no podemos confiar la resolución del problema a una única respuesta militar". Por su parte Erdogan expresó a Francisco su "preocupación por el rápido crecimiento de la islamofobia" y llamó a cristianos y musulmanes a luchar juntos contra el fenómeno, que crece de modo "serio y rápido".
"Los prejuicios crecen entre los mundos islámico y cristiano", debemos "actuar juntos contra las amenazas que pesan sobre nuestro planeta: la intolerancia, el racismo y las discriminaciones", agregó Erdogan. "Es importante que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos -tanto en la disposiciones de la ley, como en su aplicación efectiva- gocen de los mismos derechos y cuenten con las mismas obligaciones", observó por su parte Francisco durante la reunión con el presidente y las autoridades turcas.
El Papa lanzó un mensaje para que Turquía sea un punto de "encuentro, de diálogo y de convivencia serena" en el marco de su gira por el país para promover la convivencia de religiones. Lo hizo al escribir una dedicatoria en el libro de oro del mausoleo dedicado a Ataturk, el padre de la patria turca. "Necesitamos un diálogo -subrayó Francisco- que profundice el conocimiento y ponga en valor con discernimiento las muchas cosas que nos unen, y al mismo tiempo nos permita considerar con ánimo sabio y sereno las diferencias, para poder también de ellas sacar enseñanzas".
"La libertad religiosa y la libertad de expresión, eficazmente garantizadas para todos, estimularán el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en una elocuente señal de paz", subrayó. "Cuánto tiempo deberá sufrir todavía Medio Oriente debido a la falta de paz", preguntó Francisco en la reunión con Erdogan.
"Medio Oriente es desde hace demasiados años escenario de guerras fratricidas, que parecen nacer una de otra, como si la única respuesta posible a la guerra y la violencia
tuviera que ser siempre una nueva guerra y más violencia", observó.
El Papa dijo que en Medio Oriente "no podemos resignarnos a la continuación de los conflictos como si no fuera posible un cambio". Para ello es preciso "contraponer al fanatismo y al fundamentalismo" la "solidaridad de todos los creyentes", para que con el diálogo interreligioso se llegue a "prohibir toda forma de fundamentalismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión".
Francisco lamentó en particular la violencia terrorista en Siria e Irak, donde "se registra la violación de las más elementales leyes humanitarias contra los prisioneros y grupos étnicos enteros, se produjeron y siguen produciéndose graves persecuciones contra grupos minoritarios, especialmente -pero no sólo- los cristianos y yasidíes".
"Los prejuicios crecen entre los mundos islámico y cristiano", debemos "actuar juntos contra las amenazas que pesan sobre nuestro planeta: la intolerancia, el racismo y las discriminaciones", agregó Erdogan. "Es importante que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos -tanto en la disposiciones de la ley, como en su aplicación efectiva- gocen de los mismos derechos y cuenten con las mismas obligaciones", observó por su parte Francisco durante la reunión con el presidente y las autoridades turcas.
El Papa lanzó un mensaje para que Turquía sea un punto de "encuentro, de diálogo y de convivencia serena" en el marco de su gira por el país para promover la convivencia de religiones. Lo hizo al escribir una dedicatoria en el libro de oro del mausoleo dedicado a Ataturk, el padre de la patria turca. "Necesitamos un diálogo -subrayó Francisco- que profundice el conocimiento y ponga en valor con discernimiento las muchas cosas que nos unen, y al mismo tiempo nos permita considerar con ánimo sabio y sereno las diferencias, para poder también de ellas sacar enseñanzas".
"La libertad religiosa y la libertad de expresión, eficazmente garantizadas para todos, estimularán el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en una elocuente señal de paz", subrayó. "Cuánto tiempo deberá sufrir todavía Medio Oriente debido a la falta de paz", preguntó Francisco en la reunión con Erdogan.
"Medio Oriente es desde hace demasiados años escenario de guerras fratricidas, que parecen nacer una de otra, como si la única respuesta posible a la guerra y la violencia
tuviera que ser siempre una nueva guerra y más violencia", observó.
El Papa dijo que en Medio Oriente "no podemos resignarnos a la continuación de los conflictos como si no fuera posible un cambio". Para ello es preciso "contraponer al fanatismo y al fundamentalismo" la "solidaridad de todos los creyentes", para que con el diálogo interreligioso se llegue a "prohibir toda forma de fundamentalismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión".
Francisco lamentó en particular la violencia terrorista en Siria e Irak, donde "se registra la violación de las más elementales leyes humanitarias contra los prisioneros y grupos étnicos enteros, se produjeron y siguen produciéndose graves persecuciones contra grupos minoritarios, especialmente -pero no sólo- los cristianos y yasidíes".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario