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Fidel Castro: un líder con los pies de barro

Relata Juan Reinaldo Sánchez que al escuchar una conversación de Castro sobre tráfico de drogas pierde su propio rumbo como hijo de la revolución.
"Hay dos etapas en mi vida; una etapa de total fidelidad en que yo mismo trataba de justificar las cosas que veía como que eran lógicas, porque para mí Fidel era lo mas más grande, era como un Dios y no había nada más grande… pero a finales del (año) 1988 oigo la conversación, que detallo en el libro, entre Fidel y el general Abrantes... y pues esa idea de Fidel se me derrumbó", recuerda el exguardaespaldas.

Abrantes, quien por esas épocas fungía como ministro del Interior cubano, fue más adelante acusado por los cargos de negligencia y mal uso de fondos públicos, e hizo parte de una muy difundida purga al interior de la milicia cubana, que finalizó con el fusilamiento del también general Arnaldo Ochoa, en 1989.

Ochoa, por su parte, fue acusado, entre otras cosas, de recibir pagos del narcotráfico por permitir el uso de territorio cubano para el tráfico de drogas, además de abuso de poder.

En 1991, el exgeneral Abrantes moriría de un ataque cardiaco mientras cumplía una condena de 20 años en prisión.

Fuente: eldiariony

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