El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha anunciado este viernes que debido a la falta de fondos se verá obligado a reducir a la mitad las raciones alimentarias que ofrece a alrededor de medio millón de refugiados, en su mayoría procedentes de Somalia y Sudán del Sur, que viven en los campamentos de Dadaab y Kakuma, en el norte de Kenia.
La reducción de las raciones, que comenzará mañana, se produce debido a que la agencia de la ONU no ha sido capaz de recaudar los 38 millones de dólares que necesita para cubrir su operación en el país durante los próximos seis meses. Esta cifra, precisa en un comunicado, incluye los 15,5 millones de dólares que se necesitan urgentemente para afrontar las necesidades alimentarias hasta enero.
"El PAM ha hecho todo lo que ha podido para evitar reducir las raciones, empleando todos los medios a nuestra disposición para cubrir la brecha de fondos", ha asegurado su subdirector para Kenia, Paul Turnbull.
"Reducir las raciones es el único recurso y estamos haciendo esto para racionar los limitados alimentos que tenemos actualmente disponibles en las próximas semanas, mientras seguimos pidiendo ayuda a la comunidad internacional", ha explicado.
Cada mes, el PAM distribuye 9.700 toneladas de alimentos a unos 500.000 refugiados en Kenia, lo que cuesta casi 10 millones de dólares. La ayuda que reciben los refugiados equivale a 2.100 kilocalorías al día, la ración recomendada, pero a partir de ahora recibirán el equivalente a 1.050 kilocalorías al día.
La directora regional del PAM para Africa Central y Oriental, Valerie Guarnieri, ha recordado que la agencia de la ONU "depende por completo de las contribuciones voluntarias de los donantes".
"Con las necesidades humanitarias compitiendo en el mundo, somos conscientes de que los presupuestos están ajustados pero no obstante, debemos pedir más fondos para que podamos trabajar con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados para atender las necesidades urgentes de estas personas vulnerables, que no tienen otros medios de apoyo", ha subrayado.
Fuente: Europapress
"El PAM ha hecho todo lo que ha podido para evitar reducir las raciones, empleando todos los medios a nuestra disposición para cubrir la brecha de fondos", ha asegurado su subdirector para Kenia, Paul Turnbull.
"Reducir las raciones es el único recurso y estamos haciendo esto para racionar los limitados alimentos que tenemos actualmente disponibles en las próximas semanas, mientras seguimos pidiendo ayuda a la comunidad internacional", ha explicado.
Cada mes, el PAM distribuye 9.700 toneladas de alimentos a unos 500.000 refugiados en Kenia, lo que cuesta casi 10 millones de dólares. La ayuda que reciben los refugiados equivale a 2.100 kilocalorías al día, la ración recomendada, pero a partir de ahora recibirán el equivalente a 1.050 kilocalorías al día.
La directora regional del PAM para Africa Central y Oriental, Valerie Guarnieri, ha recordado que la agencia de la ONU "depende por completo de las contribuciones voluntarias de los donantes".
"Con las necesidades humanitarias compitiendo en el mundo, somos conscientes de que los presupuestos están ajustados pero no obstante, debemos pedir más fondos para que podamos trabajar con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados para atender las necesidades urgentes de estas personas vulnerables, que no tienen otros medios de apoyo", ha subrayado.
Fuente: Europapress
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