¿En qué consiste el acuerdo?
Cuba era el único país latinoamericano que carecía de un acuerdo de este tipo con la Unión Europea, con la que negoció durante casi dos años desde abril de 2014. Las conversaciones concluyeron el 11 de marzo pasado con la rúbrica en La Habana del texto negociado.
Los objetivos del nuevo marco son tanto estratégicos, con la elaboración de un actuación común en contextos multilaterales, como políticos, en base del “respeto mutuo”.
Asimismo, sienta las bases de sus relaciones comerciales, “conforme a lo estipulado en los Acuerdos de la Organización Mundial del Comercio” (OMC).
Estos fines se plasman en un documento de 100 páginas, dividido en tres capítulos: diálogo político (derechos humanos, desarme, migraciones, drogas, lucha contra el terrorismo, etc.), cooperación y diálogo sectorial (gobernanza, sociedad civil, desarrollo social, medio ambiente) e intercambios comerciales (aduanas, medidas fitosanitarias, defensa comercial, etc.).
¿Cómo queda la cuestión de los derechos humanos?
Los derechos humanos eran la cuestión central en la revocada Posición Común de 1996, que vinculaba la cooperación europea a “mejoras” en este ámbito y en las libertades fundamentales. En 2003, los 28 llegaron a suspender temporalmente la cooperación con la isla tras el encarcelamiento de 75 disidentes, liberados posteriormente.
La situación de los derechos humanos y las libertades políticas fue uno de los escollos durante las conversaciones, que se solventó mediante la creación de un diálogo separado al respecto. “Hablamos de todo amistosamente en un enfoque constructivo y pienso que esta es la manera de proceder”, según la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El acuerdo firmado el lunes tiene, así, como objetivo “entablar un diálogo (…) a los fines del fortalecimiento de los derechos humanos y de la democracia” y el refuerzo de las relaciones “sobre la base del respeto mutuo” y “la soberanía”, según el documento al que ha tenido acceso la AFP.
Una fuente diplomática explicó, antes de la firma, que la UE “no da un cheque en blanco a Cuba”. Según el artículo 85, violaciones de los acuerdos en temas de respeto de derechos humanos, y de desarme y no proliferación constituirán una “infracción grave”, aunque precisa que “la suspensión es una medida de último recurso”.
¿Cuándo entrará en vigor?
Tras su firma este lunes, el acuerdo entrará en vigor provisional y parcialmente, unos dos meses después que el gobierno cubano comunique a su socio europeo su visto bueno a esta puesta en marcha provisional. Si esta comunicación oficial se produce en diciembre, por ejemplo, el pacto comenzará a funcionar el 1 de febrero de 2017.
Sólo los ámbitos que son competencia de la UE en su conjunto, como los aspectos comerciales o la cooperación, se incluirán en la aplicación provisional. La lucha contra el terrorismo o el desarme, que en Europa son competencia de los gobiernos nacionales, quedarán así fuera de la entrada en vigor parcial.
De cara a su aplicación total, la Eurocámara, el parlamento cubano y los diputados de los 28 países del bloque deben dar su visto bueno, un largo y complejo proceso en la UE que puede llevar años. Sin embargo, el rechazo de alguno de estos parlamentos pondría fin al acuerdo.
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