En abril del año pasado, grupos islamistas radicales se hicieron con el control del norte de Mali luego de capturar sus principales ciudades aprovechando el caos político causado por un golpe de Estado que un mes antes derrocó al presidente de la nación.
Desde entonces, los grupos impusieron la ley islámica en las zonas que dominan, aplicando severos castigos, como amputaciones y azotes, a aquellos que incurran en conductas anti islámicas como, por ejemplo, tomar alcohol.
El mes pasado, la ONU aprobó el envío de una fuerza militar conjunta africana a Mali por un periodo inicial de un año con el objetivo de entrenar al Ejército maliense y apoyar al Gobierno para recuperar el control del norte del país.
En las últimas horas, los islamistas iniciaron un avance hacia el sur y llegaron a una treintena de kilómetros de Mopti, donde se encuentra el primer puesto de control militar y donde el Ejército maliense ha acantonado al grueso de sus tropas.
Desde entonces, los grupos impusieron la ley islámica en las zonas que dominan, aplicando severos castigos, como amputaciones y azotes, a aquellos que incurran en conductas anti islámicas como, por ejemplo, tomar alcohol.
El mes pasado, la ONU aprobó el envío de una fuerza militar conjunta africana a Mali por un periodo inicial de un año con el objetivo de entrenar al Ejército maliense y apoyar al Gobierno para recuperar el control del norte del país.
En las últimas horas, los islamistas iniciaron un avance hacia el sur y llegaron a una treintena de kilómetros de Mopti, donde se encuentra el primer puesto de control militar y donde el Ejército maliense ha acantonado al grueso de sus tropas.
"Llevamos a cabo una guerra santa. Controlamos Kona y el avance hacia el sur continuará", dijo hoy un portavoz del grupo, Uld Hamaha, citado por la agencia de noticias EFE.
Ayer, el Ejército que acantonó miles de soldados en esta región, informó que tras un intercambio de disparos los salafistas se habían visto forzados a replegarse, aunque sin abandonar sus posiciones en la línea de demarcación que divide a Mali en dos.
La ciudad de Kona está emplazada a unos 60 kilómetros al norte de Mopti, capital de la provincia del mismo nombre, en una región limítrofe entre el sur del país, bajo la autoridad del Gobierno central de Bamako, y Azawad, como se llama la vasta región norteña bajo control islamista.
Hasta el momento no hubo una declaración oficial sobre la toma de Kona, que de confirmarse sería la primera ciudad en caer en manos de grupos radicales islámicos desde abril de 2012.
El grupo independentista tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), aprovechando el descontrol que siguió al golpe de estado que el 22 de marzo del año pasado derrocó al presidente Amado Tomani Turé, tomo el control de Azawad, que abarca las provincias de Gao, Kidal y Tombuctú, y declaró su independencia.
Sin embargo, en abril y en junio, Ansar al Dine, con el apoyo directo del grupo salafista Monoteísmo y Jihad en África Occidental (MYAO), expulsó al MNLA y extendió su influencia sobre todo Azawad, donde también opera el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la rama norafricana de Al Qaeda.Los enfrentamientos entre los grupos armados rebeldes y el Ejército regular estallaron esta semana, cinco días después de que las autoridades malienses advirtieran que los rebeldes islamistas estaban preparando ataque en la línea del frente.
A principios de mes, Ansar al Dine anunció su decisión de romper el acuerdo de cese de hostilidades alcanzado con el Gobierno de Bamako para intentar avanzar hacia una solución negociada del conflicto.
El grupo radical justificó este cambio de postura en la actitud "belicista" de las autoridades de Mali y sus ansias guerreras.
El anuncio de la caída de Kona coincidió con una manifestación multitudinaria en Bamako en la que miles de personas pidieron la liberación del norte del país.
Fuente: terra
Ayer, el Ejército que acantonó miles de soldados en esta región, informó que tras un intercambio de disparos los salafistas se habían visto forzados a replegarse, aunque sin abandonar sus posiciones en la línea de demarcación que divide a Mali en dos.
La ciudad de Kona está emplazada a unos 60 kilómetros al norte de Mopti, capital de la provincia del mismo nombre, en una región limítrofe entre el sur del país, bajo la autoridad del Gobierno central de Bamako, y Azawad, como se llama la vasta región norteña bajo control islamista.
Hasta el momento no hubo una declaración oficial sobre la toma de Kona, que de confirmarse sería la primera ciudad en caer en manos de grupos radicales islámicos desde abril de 2012.
El grupo independentista tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), aprovechando el descontrol que siguió al golpe de estado que el 22 de marzo del año pasado derrocó al presidente Amado Tomani Turé, tomo el control de Azawad, que abarca las provincias de Gao, Kidal y Tombuctú, y declaró su independencia.
Sin embargo, en abril y en junio, Ansar al Dine, con el apoyo directo del grupo salafista Monoteísmo y Jihad en África Occidental (MYAO), expulsó al MNLA y extendió su influencia sobre todo Azawad, donde también opera el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la rama norafricana de Al Qaeda.Los enfrentamientos entre los grupos armados rebeldes y el Ejército regular estallaron esta semana, cinco días después de que las autoridades malienses advirtieran que los rebeldes islamistas estaban preparando ataque en la línea del frente.
A principios de mes, Ansar al Dine anunció su decisión de romper el acuerdo de cese de hostilidades alcanzado con el Gobierno de Bamako para intentar avanzar hacia una solución negociada del conflicto.
El grupo radical justificó este cambio de postura en la actitud "belicista" de las autoridades de Mali y sus ansias guerreras.
El anuncio de la caída de Kona coincidió con una manifestación multitudinaria en Bamako en la que miles de personas pidieron la liberación del norte del país.
Fuente: terra
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