Fefugiados sirios en el campo de Al-Zaatari |
La ONU sigue ofreciendo cifras sobrecogedoras sobre Siria, pero a ninguna de las partes inmersas en el conflicto parece importarle demasiados los números.
El alzamiento contra Bashar Al Assad cumplirá dos años en marzo y tras informar recientemente de que ya hay más de 60.000 muertos, el organismo internacional calcula que2,5 millones de personas precisan asistencia alimentaria tanto en zonas controladas por el Gobierno, como en lugares bajo control de los grupos armados de la oposición. La intensidad de los combates y las restricciones impuestas por las autoridades impiden a la ONU hacer su trabajo y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) lamenta que al menos un millón de sirios no recibe ayuda de ningún tipo.
Los civiles son las grandes víctimas de una guerra cuya cara visible la forman los casi 600.000 refugiados que han huido a los países fronterizos, pero que tiene otra cara oculta que son los desplazados internos. La asistencia del PMA se centra sobre todo en estas víctimas que suponen el 85 por ciento del 1,5 millón de sirios que reciben ayuda del organismo internacional. Tras el cierre de las oficinas en Homs, Alepo, Tartús y Qamisly por motivos de seguridad, la ONU trabaja fundamentalmente a través de la Media Luna Roja, un organismo que está «sobrecargado y no tiene capacidad de expansión», declaró la portavoz del PMA, Elisabeth Byrs, en una rueda de prensa celebrada en Ginebra. La falta de pan y combustible son alarmantes y «estamos haciendo gestiones para importar combustible con fines humanitarios a fin de resolver el impacto de la carencia todo el país. Esto ha estado afectando la capacidad de la organización para la distribución de los alimentos», según Byrs.
Fuente: abc.es
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