El Santo Padre ha oficiado este domingo, en la Basílica de San Pedro de Roma, la misa de Epifanía, en donde ha señalado que el valor del obispo "no consiste en golpear con violencia, ni en la agresividad, sino en el dejarse golpear y enfrentarse a los criterios y opiniones dominantes".
En este sentido, Benedicto XVI ha advertido de que los cristianos serán "inevitablemente golpeados por aquellos que, con su vida, están en contraste con el Evangelio". "Y entonces daremos gracias por ser juzgados dignos de participar en la Pasión de Cristo", ha añadido.
Del mismo modo ha destacado que un obispo debe de ser "un hombre al que le importan los hombres". "Debe de ser un hombre para los demás", ha señalado el Papa, que ha explicado que, además "ha de ser un hombre que reza" y que vive en un "permanente contacto interior con Dios".
Como es tradición, el Papa ha ordenado obispos a cuatro monseñores durante la misa, entre ellos a su secretario particular y nuevo prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein.
En este sentido, Benedicto XVI ha advertido de que los cristianos serán "inevitablemente golpeados por aquellos que, con su vida, están en contraste con el Evangelio". "Y entonces daremos gracias por ser juzgados dignos de participar en la Pasión de Cristo", ha añadido.
Del mismo modo ha destacado que un obispo debe de ser "un hombre al que le importan los hombres". "Debe de ser un hombre para los demás", ha señalado el Papa, que ha explicado que, además "ha de ser un hombre que reza" y que vive en un "permanente contacto interior con Dios".
Como es tradición, el Papa ha ordenado obispos a cuatro monseñores durante la misa, entre ellos a su secretario particular y nuevo prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein.
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