El suizo Joseph Blatter fue reelegido este viernes para el quinto mandato consecutivo del órgano rector del fútbol mundial.
Tras el resultado de la primera ronda de votación por la presidencia de la FIFA en la que Blatter logró 133 votos y Al Hussein 73, el príncipe decidió dar un paso al costado despejando el camino para que el actual presidente continúe su mandato.
Para ganar la presidencia alguno de los dos debía conseguir 140 votos.
Los 209 miembros de la FIFA votaron en el congreso de la FIFA en Zúrich, Suiza, ignorando la petición de varios de sus miembros de posponer la elección por la tormenta global que desató el arresto de siete de sus altos miembros el miércoles y la noticia de los 47 cargos de corrupción que enfrentan en Estados Unidos.A pesar del enorme escándalo de corrupción que enfrenta la FIFA, Blatter consiguió el apoyo de la mayoría.
Una "victoria fácil"
Antes de la votación, Blatter, de 79 años, y el príncipe Alí, de 39, se dirigieron a los delegados.
El primero en hablar fue al Hussein, quien prometió restaurar el prestigio de la FIFA.
"Voy a trabajar sin descanso para cumplir mis promesas y ganarme su respeto, además de recuperar el respeto del mundo por la institución que representamos", dijo.
Pero la promesa del príncipe no logró convencer a la mayoría de los delegados que avalaron la afirmación de Blatter de que él era el "mejor candidato" para hacer frente a la crisis. Y quien, además, por primera vez aceptó cierta cuota de resposabilidad.
Para ganar la presidencia alguno de los dos debía conseguir 140 votos.
Los 209 miembros de la FIFA votaron en el congreso de la FIFA en Zúrich, Suiza, ignorando la petición de varios de sus miembros de posponer la elección por la tormenta global que desató el arresto de siete de sus altos miembros el miércoles y la noticia de los 47 cargos de corrupción que enfrentan en Estados Unidos.A pesar del enorme escándalo de corrupción que enfrenta la FIFA, Blatter consiguió el apoyo de la mayoría.
Una "victoria fácil"
Antes de la votación, Blatter, de 79 años, y el príncipe Alí, de 39, se dirigieron a los delegados.
El primero en hablar fue al Hussein, quien prometió restaurar el prestigio de la FIFA.
"Voy a trabajar sin descanso para cumplir mis promesas y ganarme su respeto, además de recuperar el respeto del mundo por la institución que representamos", dijo.
Pero la promesa del príncipe no logró convencer a la mayoría de los delegados que avalaron la afirmación de Blatter de que él era el "mejor candidato" para hacer frente a la crisis. Y quien, además, por primera vez aceptó cierta cuota de resposabilidad.
El presidente de la UEFA Michel Platini |
Blatter, que lleva en el cargo 17 años, contaba con un gran apoyo en Asia, América y África.
El presidente de la Federación de Fútbol de Nigeria, Amaju Pinnick, le dijo a la BBC que auguraba "al 100%" que Blatter ganaría, por lo menos con "un mínimo" de 50 de los 54 votos africanos.
"Conocemos a nuestros amigos de Asia, a nuestros amigos de América Latina, así que puedo asegurarte que va a obtener una victoria fácil", dijo Pinnick.
El príncipe Alí contaba con el apoyo de la mayoría europea.
Inicialmente Blatter iba a enfrentarse a tres candidatos, pero dos de ellos se retiraron la semana pasada.
El exjugador de fútbol portugués, Luis Figo, y el presidente de la federación holandesa de fútbol, Michael van Praag, se retiraron para no dividir el voto anti-Blatter.
La tormenta de corrupción que enfrentará Blatter
El miércoles se desató un escándalo mundial tan apasionado como el mismo fútbol, cuando fueron arrestados siete altos funcionarios en Suiza por petición de la justicia estadounidense, y se anunció la imputación de un total de 14 personas, la mayoría directivos de la FIFA.
La investigación estadounidense acusa a los imputados de soborno, asociación delictiva y lavado de dinero por valor de decenas de millones de dólares durante 24 años, desde 1991.
Uno de los torneos bajo sospecha es la Copa del Mundo de Sudáfrica, en 2010.
Incluye alegaciones de soborno para influenciar el resultado de las pujas para organizar torneos como la Copa del Mundo de Sudáfrica, en 2010, o la Copa América en Estados Unidos, en 2016.
El ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, que está entre los acusados, pasó una noche en la cárcel en Trinidad antes de ser puesto en libertad con una fianza de US$395.000.
Fue recibido con gritos de apoyo de sus seguidores.
El vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, también detenido el jueves, fue "apartado provisionalmente" como presidente de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
Los fiscales suizos llevan también en curso una investigación propia sobre la adjudicación de las Copas del Mundo de 2018 en Rusia y 2022 en Qatar.
Muchos de los principales patrocinadores de la FIFA han expresado su preocupación por las investigaciones.
Coca-Cola, Visa, Adidas, McDonald's, Hyundai Motor y Budweiser están presionando a la FIFA para llevar a cabo acciones inmediatas para restaurar su reputación.
Incluso Naciones Unidas, que mantiene convenios con la FIFA, dijo que "observa lo que sucede en Zúrich y otros lugares con mucho detenimiento".
El presidente de la Federación de Fútbol de Nigeria, Amaju Pinnick, le dijo a la BBC que auguraba "al 100%" que Blatter ganaría, por lo menos con "un mínimo" de 50 de los 54 votos africanos.
"Conocemos a nuestros amigos de Asia, a nuestros amigos de América Latina, así que puedo asegurarte que va a obtener una victoria fácil", dijo Pinnick.
El príncipe Alí contaba con el apoyo de la mayoría europea.
Inicialmente Blatter iba a enfrentarse a tres candidatos, pero dos de ellos se retiraron la semana pasada.
El exjugador de fútbol portugués, Luis Figo, y el presidente de la federación holandesa de fútbol, Michael van Praag, se retiraron para no dividir el voto anti-Blatter.
La tormenta de corrupción que enfrentará Blatter
El miércoles se desató un escándalo mundial tan apasionado como el mismo fútbol, cuando fueron arrestados siete altos funcionarios en Suiza por petición de la justicia estadounidense, y se anunció la imputación de un total de 14 personas, la mayoría directivos de la FIFA.
La investigación estadounidense acusa a los imputados de soborno, asociación delictiva y lavado de dinero por valor de decenas de millones de dólares durante 24 años, desde 1991.
Uno de los torneos bajo sospecha es la Copa del Mundo de Sudáfrica, en 2010.
Incluye alegaciones de soborno para influenciar el resultado de las pujas para organizar torneos como la Copa del Mundo de Sudáfrica, en 2010, o la Copa América en Estados Unidos, en 2016.
El ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, que está entre los acusados, pasó una noche en la cárcel en Trinidad antes de ser puesto en libertad con una fianza de US$395.000.
Fue recibido con gritos de apoyo de sus seguidores.
El vicepresidente de la FIFA, Jeffrey Webb, también detenido el jueves, fue "apartado provisionalmente" como presidente de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
Los fiscales suizos llevan también en curso una investigación propia sobre la adjudicación de las Copas del Mundo de 2018 en Rusia y 2022 en Qatar.
Muchos de los principales patrocinadores de la FIFA han expresado su preocupación por las investigaciones.
Coca-Cola, Visa, Adidas, McDonald's, Hyundai Motor y Budweiser están presionando a la FIFA para llevar a cabo acciones inmediatas para restaurar su reputación.
Incluso Naciones Unidas, que mantiene convenios con la FIFA, dijo que "observa lo que sucede en Zúrich y otros lugares con mucho detenimiento".
BBC
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