Seis muertos y más de 35.000 personas resultaron afectadas por las lluvias en lo que va de junio en Nicaragua, sobre todo en Managua, donde el Gobierno mantiene la alerta roja, informó el domingo una fuente oficial.
Los fallecidos son dos niños de 11 y 12 años, y cuatro jóvenes que fueron arrastrados en las últimas dos semanas por las corrientes de cauces o impactados de manera fatal por un rayo, indicó el Gobierno en un informe publicado en su página web.
De acuerdo con el informe, las lluvias han causado daños en 11 de los 17 departamentos del país, afectando a 35.350 personas, 7.041 viviendas, 12 colegios, una iglesia y un centro de salud.
Por su parte, el estatal Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres (Sinapred) instó a las poblaciones que viven cerca de las laderas de los volcanes a tomar medidas ante posibles corrimientos de tierras.
"Las laderas de los volcanes del país son bastantes inestables, por lo que durante las intensas lluvias podrían originarse deslizamientos que pueden descender a alta velocidad", alertó el director de Sinapred, Guillermo González.
El Gobierno decretó el viernes pasado la alerta roja en el departamento de Managua debido a las inundaciones provocadas por las precipitaciones, que este fin de semana sin embargo amainaron.
Las lluvias llegaron el 2 de junio a Nicaragua tras una prolongada sequía que causó severas pérdidas a la agricultura y a la ganadería a lo largo de Centroamérica.
De acuerdo con el informe, las lluvias han causado daños en 11 de los 17 departamentos del país, afectando a 35.350 personas, 7.041 viviendas, 12 colegios, una iglesia y un centro de salud.
Por su parte, el estatal Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres (Sinapred) instó a las poblaciones que viven cerca de las laderas de los volcanes a tomar medidas ante posibles corrimientos de tierras.
"Las laderas de los volcanes del país son bastantes inestables, por lo que durante las intensas lluvias podrían originarse deslizamientos que pueden descender a alta velocidad", alertó el director de Sinapred, Guillermo González.
El Gobierno decretó el viernes pasado la alerta roja en el departamento de Managua debido a las inundaciones provocadas por las precipitaciones, que este fin de semana sin embargo amainaron.
Las lluvias llegaron el 2 de junio a Nicaragua tras una prolongada sequía que causó severas pérdidas a la agricultura y a la ganadería a lo largo de Centroamérica.
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