Un mes después de la primera manifestación en contra del texto, considerado como “demasiado liberal” por sus detractores, unas 120.000 personas desfilaron en toda Francia, según el ministerio del Interior.
Pese a la determinación de los organizadores, la afluencia era menor que en anteriores convocatorias. El pasado 31 de marzo, 390.000 personas salieron a la calle, según la policía; 1,2 millones de personas, según los sindicatos.
Los organizadores apuntaban a las vacaciones escolares como motivo de la menor asistencia.
En las ciudades de Nantes y Rennes (oeste), dos de los principales focos de la contestación, así como al cierre de la marcha en París, se registraron choques el sábado entre manifestantes y policías.
En Rennes, al menos cuatro personas, incluyendo tres policías, resultaron heridos. En Nantes, los manifestantes erigieron barricadas, vitrinas quedaron destruidas y periodistas fueron atacados violentamente.
En París, tres policías resultaron heridos, según la prefectura. En total, 26 personas fueron detenidas, indicó el ministerio del Interior.
Esta es la sexta vez que los sindicatos de trabajadores y estudiantes llaman a los franceses a salir a las calle para exigir que se retire la reforma.
El gobierno socialista defiende esta reforma en nombre de la lucha contra el desempleo que afecta al 10% de la población activa. Pero sus detractores la consideran demasiado favorable para los empleadores y critican especialmente la revisión de los criterios que permiten el despido económico.
El proyecto de reforma será debatido en la Asamblea Nacional a partir del 3 de mayo.
– ‘Game-over’ –
En París, varios miles de personas desfilaron con pancartas en las que aparecían eslóganes como “Game-over, el pueblo se despierta”, o simplemente “No”.
“Estamos hartos de la explotación capitalista que cada vez es peor”, explicó en Lille (norte) Gérard, un profesor jubilado.
Por la noche, están previstos encuentros ciudadanos del movimiento “Nuit Debout” (Noche en Pie), en cerca de 60 ciudades francesas.
Desde el 31 de marzo, este movimiento ocupa la plaza de la República en París, y se ha extendido a otras ciudades francesas e incluso a Bruselas.
Estos manifestantes, que recuerdan el movimiento de los ‘indignados’ en España y recibieron el apoyo del partido Podemos, tienen empero aspiraciones que van más allá del rechazo de la ley laboral.
Entre los temas que debaten figuran los refugiados, los problemas de vivienda, la corrupción o la exigencia de más democracia.
“Ya no confiamos en nuestros representantes, el sistema se está agotando, la gente debe retomar su destino en sus manos”, estimó Thierry, que participó en la primera “Noche en Pie” organizada en Niza (sureste) el viernes por la noche.
El primer ministro francés, Manuel Valls, recibirá el lunes por la mañana a la Unef y otras organizaciones estudiantes – que exigen medidas contra la creciente precariedad de los jóvenes, tras haber sido recibidos el miércoles por varios ministros.
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