Los rebeldes lanzaron cohetes contra las zonas controladas por el gobierno y mataron a seis civiles, incluyendo una mujer y dos niños, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Además, un ataque aéreo del gobierno que empezó alrededor del mediodía del domingo dejó al menos ocho civiles muertos: cinco fallecieron en un mercado de frutas y verduras en el barrio de Sakhur, dos en el distrito de Shaar y otro en Bab al Nayrab, afirmó un miembro del equipo de defensa civil de Alepo.
Por otro lado, dos cohetes lanzados contra Turquía el domingo desde un área de Siria controlada por el grupo yihadista Estado Islámico impactaron en la ciudad fronteriza de Kilis y causaron 10 heridos, informó la agencia de noticias Anatolia.
Desde que el pasado 27 de febrero entrara parcialmente en vigor una tregua a nivel nacional, los bombardeos aéreos y los ataques con cohetes se han reducido en Alepo. Sin embargo, la aviación del gobierno perpetró una intensa campaña contra la ciudad el pasado viernes, acabando con la vida de 25 civiles ese día y de otros 12 el sábado.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que la escalada de violencia en Alepo y en otras partes del país significaba que el alto el fuego había terminado.
El domingo, en los barrios controlados por los rebeldes, los hospitales de campaña hacían llamados a donaciones de sangre para poder atender a los casos más urgentes. Además, las escuelas de las zonas tomadas por los rebeldes anunciaron el sábado que permanecerían cerradas indefinidamente por miedo a los bombardeos. Una coalición de grupos rebeldes en la provincia de Alepo afirmó el sábado por la noche que si el régimen no cesaba en sus ataques, “dejaremos de acatar completamente la tregua”.
Además, un ataque aéreo del gobierno que empezó alrededor del mediodía del domingo dejó al menos ocho civiles muertos: cinco fallecieron en un mercado de frutas y verduras en el barrio de Sakhur, dos en el distrito de Shaar y otro en Bab al Nayrab, afirmó un miembro del equipo de defensa civil de Alepo.
Por otro lado, dos cohetes lanzados contra Turquía el domingo desde un área de Siria controlada por el grupo yihadista Estado Islámico impactaron en la ciudad fronteriza de Kilis y causaron 10 heridos, informó la agencia de noticias Anatolia.
Desde que el pasado 27 de febrero entrara parcialmente en vigor una tregua a nivel nacional, los bombardeos aéreos y los ataques con cohetes se han reducido en Alepo. Sin embargo, la aviación del gobierno perpetró una intensa campaña contra la ciudad el pasado viernes, acabando con la vida de 25 civiles ese día y de otros 12 el sábado.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que la escalada de violencia en Alepo y en otras partes del país significaba que el alto el fuego había terminado.
El domingo, en los barrios controlados por los rebeldes, los hospitales de campaña hacían llamados a donaciones de sangre para poder atender a los casos más urgentes. Además, las escuelas de las zonas tomadas por los rebeldes anunciaron el sábado que permanecerían cerradas indefinidamente por miedo a los bombardeos. Una coalición de grupos rebeldes en la provincia de Alepo afirmó el sábado por la noche que si el régimen no cesaba en sus ataques, “dejaremos de acatar completamente la tregua”.
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