Las principales centrales sindicales de Argentina se unieron este viernes por primera vez en la historia para una multitudinaria protesta contra las medidas de ajuste de la economía impulsadas por el presidente Mauricio Macri, en una nueva muestra de la fuerte resistencia a sus políticas.
La televisión argentina mostró a decenas de miles de manifestantes en las calles del centro de Buenos Aires, donde se realizó el acto central de los gremios en reclamo al incremento en los despidos y en demanda de soluciones a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en los últimos meses.
Además, las distintas corrientes de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), reclaman una baja en el impuesto que grava a los salarios medios y altos.
"Estamos perdiendo poder adquisitivo de una manera impresionante (...) Tenemos la esperanza de que el Gobierno convoque al diálogo, si no podríamos convocar a un paro general para fin de mayo o la primera quincena de junio", dijo a Reuters el secretario general de la CTA Nacional, Pablo Micheli.
Entre banderas de Argentina, una multitud que llevaba mayormente símbolos del peronismo y de la izquierda se congregó cerca de la Casa de Gobierno tras muchos años de desencuentros entre los líderes sindicales, divididos durante la gestión deCristina Fernández de Kirchner que concluyó en diciembre.
El Gobierno de Fernández atendió muchos reclamos de los sindicatos, pero se alejó de los principales líderes gremiales por cuestiones políticas.
Tras llegar al poder en diciembre, Macri devaluó casi un 30 por ciento la moneda local, impulsó despidos en el sector público y subió las tarifas de servicios en busca de equilibrar una economía que crujía por los desajustes.
"Se ha resuelto trasladar el costo de estas políticas a las espaldas de los trabajadores (...) Es urgente adoptar medidas de naturaleza social y económica para que las soluciones no se dejen libradas al mercado", dijo durante el acto central Juan Carlos Schmid, de la CGT.
En un intento por detener los despidos, que miembros de la oposición creen que podrían llevar a una pérdida de 150.000 empleos en el año, los sindicatos impulsaron una ley para frenar las cesantías y garantizar la doble indemnización. El proyecto tuvo media sanción en el Congreso pero Macri dijo que lo vetará.
El tratamiento de la ley se convirtió en una puja abierta entre el oficialismo y los gremios, que cuentan con el respaldo del peronismo, ya que el Gobierno argumenta que la sanción de esa norma solo dificultará la creación de empleos.
Fuente: Agencia Reuters
La televisión argentina mostró a decenas de miles de manifestantes en las calles del centro de Buenos Aires, donde se realizó el acto central de los gremios en reclamo al incremento en los despidos y en demanda de soluciones a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en los últimos meses.
Además, las distintas corrientes de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), reclaman una baja en el impuesto que grava a los salarios medios y altos.
"Estamos perdiendo poder adquisitivo de una manera impresionante (...) Tenemos la esperanza de que el Gobierno convoque al diálogo, si no podríamos convocar a un paro general para fin de mayo o la primera quincena de junio", dijo a Reuters el secretario general de la CTA Nacional, Pablo Micheli.
Entre banderas de Argentina, una multitud que llevaba mayormente símbolos del peronismo y de la izquierda se congregó cerca de la Casa de Gobierno tras muchos años de desencuentros entre los líderes sindicales, divididos durante la gestión deCristina Fernández de Kirchner que concluyó en diciembre.
El Gobierno de Fernández atendió muchos reclamos de los sindicatos, pero se alejó de los principales líderes gremiales por cuestiones políticas.
Tras llegar al poder en diciembre, Macri devaluó casi un 30 por ciento la moneda local, impulsó despidos en el sector público y subió las tarifas de servicios en busca de equilibrar una economía que crujía por los desajustes.
"Se ha resuelto trasladar el costo de estas políticas a las espaldas de los trabajadores (...) Es urgente adoptar medidas de naturaleza social y económica para que las soluciones no se dejen libradas al mercado", dijo durante el acto central Juan Carlos Schmid, de la CGT.
En un intento por detener los despidos, que miembros de la oposición creen que podrían llevar a una pérdida de 150.000 empleos en el año, los sindicatos impulsaron una ley para frenar las cesantías y garantizar la doble indemnización. El proyecto tuvo media sanción en el Congreso pero Macri dijo que lo vetará.
El tratamiento de la ley se convirtió en una puja abierta entre el oficialismo y los gremios, que cuentan con el respaldo del peronismo, ya que el Gobierno argumenta que la sanción de esa norma solo dificultará la creación de empleos.
Fuente: Agencia Reuters
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