LOS ANGELES - Cientos de páginas de archivos secretos de iglesias difundidos el miércoles pusieron de manifiesto las penosas trayectorias de decenas de sacerdotes de órdenes religiosas, hermanos religiosos y monjas acusados de abuso sexual de menores de edad cuando trabajaban en la arquidiócesis católica romana más grande del país, reportó The Associated Press.
Los archivos, agrega, incluyen el caso del sacerdote Rubén Martínez, quien admitió posteriormente haber tenido contacto sexual con más de 100 niños de entre 9 y 12 años de edad.
Martínez confesó que los abusos incluyen sexo oral y masturbación mientras prestó servicios durante años en varias parroquias del sur de California.
Los documentos que revelan décadas de abusos fueron divulgados bajo los términos de un arreglo por $660 millones alcanzado en 2007.
Más de 30 años
La publicación vislumbra que las órdenes religiosas a la que pertenecían sacerdotes, monjas y hermanos acusados sabían de los abusos y no actuaron para impedir que siguieran siendo colocados en escuelas y parroquias católicas en el área de Los Angeles.
Los archivos divulgados abarcan cinco órdenes religiosas que emplearon 10 sacerdotes o hermanos religiosos y dos monjas que fueron acusados en demandas civiles de abusar de niños cuando trabajaban dentro de la arquidiócesis de Los Angeles. Los abusos se registraron entre 1950 y 1980.
Martínez perteneció a una congregación religiosa llamada Misioneros Oblatos de María Inmaculada, una organización católica de casi 200 años de existencia con raíces en Francia.
En los documentos sobre Martínez, de unas 500 páginas, se detalla que la arquidiócesis de Los Angeles llegó a ocho arreglos en demandas sobre las acciones de Martínez en 2007, pero tenía poca documentación sobre él en sus propios archivos a pesar de que el sacerdote trabajó en sus parroquias durante años en las décadas de 1970 y 1980.
Sin cargos criminales
A pesar de haber admitido las faltas, Martínez nunca enfrentó cargos criminales por el abuso de menores porque había prescrito el término para condenar el delito, dijo el abogado Ray Boucher, quien llevó el caso de la mayoría de las víctimas. Sólo ocho de sus víctimas se identificaron y participaron en la demanda y posterior arreglo monetario.
En una nota publicada en su página web, el diario La Opinión reportó que para quienes argumentan haber sufrido abuso por parte de Martínez, los documentos proporcionan validación y revelan los años de esfuerzo que dedicó su congregación tratando de curarlo de su pederastia, pagando su terapia durante décadas.
Martínez además marchó en un desfile de homosexuales cuando era sacerdote y se inscribió en un programa de asesoramiento a personas con obsesiones sexuales.
Martínez, ahora de 72 años, vive en Oakland. El sacerdote fue removido de labores parroquiales en 1993.
El dictamen de enero
Tras una orden judicial, la arquidiócesis de Los Angeles liberó el 21 de enero, por orden judicial, miles de páginas sobre sus propios sacerdotes que fueron acusados de abuso sexual, pero el panorama de la pederastia en Los Angeles seguía siendo incompleto sin los archivos de las órdenes religiosas.
Se espera la difusión de varias decenas de archivos más en los próximos meses, dijo Ap.
Tras la publicación de los archivos por parte de la Arquidiócesis de Los Angeles este año luego de una orden judicial, las autoridades policiales de Los Ángeles iniciaron un análisis exhaustivo de más de 30 mil expedientes de 122 sacerdotes a fin de determinar si alguno puede ser procesado.
El Noticiero Univision revisó los documentos y encontró que la Arquidiócesis de Los Ángeles hizo toda clase de maniobras para encubrir a sacerdotes que aceptaron haber abusado sexualmente de niños menores de edad.
Tras explorar los archivos, escritos entre 1986 y 1987, se descubrió que monseñor Thomas Curry, quien era encargado de manejar los casos de abuso sexual en la Arquidiócesis de Los Ángeles, propuso estrategias para evitar que la policía investigara a tres sacerdotes que habían admitido a oficiales de la Iglesia que ellos habían abusado de menores.
Escondiendo huellas
Los registros revelaron que monseñor Curry sugirió al arzobispo Roger Mahony que los sacerdotes pedófilos no debían buscar la ayuda de terapistas porque éstos podían alertar a las autoridades, además le dijo que deberían enviar a esos sacerdotes a otro estado para evitar que les formularan cargos criminales.
La agencia The Associated Press mencionó al respecto que Mahony recibió reportes psicológicos sobre algunos sacerdotes que mencionaban la posibilidad de que existieran muchas más víctimas, por ejemplo, pero no hay indicios de que él u otros líderes de la Iglesia investigaran más allá. Pederastas eran cambiados de ciudad para no ser descubiertos.
En una de sus columnas de opinión, el periodista Jorge Ramos, presentador del Noticiero Univision, escribió que “en los últimos 50 años se han denunciado más de 9 mil casos de abuso sexual a menores por parte de curas católicos, según la investigación del escritor Jorge Llistosella, autor del libro Abusos sexuales en la Iglesia Católica. Pero él mismo aclara que esa cifra sólo incluye las denuncias que se hicieron públicas. Muchas más quedaron enterradas y escondidas. Y sobre eso, Benedicto XVI no hizo nada”.
Agrega que en febrero del 2004, 14 meses antes de que Benedicto XVI fuera elegido Papa, la Conferencia Episcopal Católica informó que sólo en Estados Unidos, de 1950 al 2002, hubo 4,450 sacerdotes católicos involucrados en casos de abuso sexual a menores.
En marzo de 2010 la Santa Sede reconoció más de 3 mil casos que involucran a religiosos por acusaciones de abusos sexuales a menores.
Fuente: noticias.univision.com
Los archivos, agrega, incluyen el caso del sacerdote Rubén Martínez, quien admitió posteriormente haber tenido contacto sexual con más de 100 niños de entre 9 y 12 años de edad.
Martínez confesó que los abusos incluyen sexo oral y masturbación mientras prestó servicios durante años en varias parroquias del sur de California.
Los documentos que revelan décadas de abusos fueron divulgados bajo los términos de un arreglo por $660 millones alcanzado en 2007.
Más de 30 años
La publicación vislumbra que las órdenes religiosas a la que pertenecían sacerdotes, monjas y hermanos acusados sabían de los abusos y no actuaron para impedir que siguieran siendo colocados en escuelas y parroquias católicas en el área de Los Angeles.
Los archivos divulgados abarcan cinco órdenes religiosas que emplearon 10 sacerdotes o hermanos religiosos y dos monjas que fueron acusados en demandas civiles de abusar de niños cuando trabajaban dentro de la arquidiócesis de Los Angeles. Los abusos se registraron entre 1950 y 1980.
Martínez perteneció a una congregación religiosa llamada Misioneros Oblatos de María Inmaculada, una organización católica de casi 200 años de existencia con raíces en Francia.
En los documentos sobre Martínez, de unas 500 páginas, se detalla que la arquidiócesis de Los Angeles llegó a ocho arreglos en demandas sobre las acciones de Martínez en 2007, pero tenía poca documentación sobre él en sus propios archivos a pesar de que el sacerdote trabajó en sus parroquias durante años en las décadas de 1970 y 1980.
Sin cargos criminales
A pesar de haber admitido las faltas, Martínez nunca enfrentó cargos criminales por el abuso de menores porque había prescrito el término para condenar el delito, dijo el abogado Ray Boucher, quien llevó el caso de la mayoría de las víctimas. Sólo ocho de sus víctimas se identificaron y participaron en la demanda y posterior arreglo monetario.
En una nota publicada en su página web, el diario La Opinión reportó que para quienes argumentan haber sufrido abuso por parte de Martínez, los documentos proporcionan validación y revelan los años de esfuerzo que dedicó su congregación tratando de curarlo de su pederastia, pagando su terapia durante décadas.
Martínez además marchó en un desfile de homosexuales cuando era sacerdote y se inscribió en un programa de asesoramiento a personas con obsesiones sexuales.
Martínez, ahora de 72 años, vive en Oakland. El sacerdote fue removido de labores parroquiales en 1993.
El dictamen de enero
Tras una orden judicial, la arquidiócesis de Los Angeles liberó el 21 de enero, por orden judicial, miles de páginas sobre sus propios sacerdotes que fueron acusados de abuso sexual, pero el panorama de la pederastia en Los Angeles seguía siendo incompleto sin los archivos de las órdenes religiosas.
Se espera la difusión de varias decenas de archivos más en los próximos meses, dijo Ap.
Tras la publicación de los archivos por parte de la Arquidiócesis de Los Angeles este año luego de una orden judicial, las autoridades policiales de Los Ángeles iniciaron un análisis exhaustivo de más de 30 mil expedientes de 122 sacerdotes a fin de determinar si alguno puede ser procesado.
El Noticiero Univision revisó los documentos y encontró que la Arquidiócesis de Los Ángeles hizo toda clase de maniobras para encubrir a sacerdotes que aceptaron haber abusado sexualmente de niños menores de edad.
Tras explorar los archivos, escritos entre 1986 y 1987, se descubrió que monseñor Thomas Curry, quien era encargado de manejar los casos de abuso sexual en la Arquidiócesis de Los Ángeles, propuso estrategias para evitar que la policía investigara a tres sacerdotes que habían admitido a oficiales de la Iglesia que ellos habían abusado de menores.
Escondiendo huellas
Los registros revelaron que monseñor Curry sugirió al arzobispo Roger Mahony que los sacerdotes pedófilos no debían buscar la ayuda de terapistas porque éstos podían alertar a las autoridades, además le dijo que deberían enviar a esos sacerdotes a otro estado para evitar que les formularan cargos criminales.
La agencia The Associated Press mencionó al respecto que Mahony recibió reportes psicológicos sobre algunos sacerdotes que mencionaban la posibilidad de que existieran muchas más víctimas, por ejemplo, pero no hay indicios de que él u otros líderes de la Iglesia investigaran más allá. Pederastas eran cambiados de ciudad para no ser descubiertos.
En una de sus columnas de opinión, el periodista Jorge Ramos, presentador del Noticiero Univision, escribió que “en los últimos 50 años se han denunciado más de 9 mil casos de abuso sexual a menores por parte de curas católicos, según la investigación del escritor Jorge Llistosella, autor del libro Abusos sexuales en la Iglesia Católica. Pero él mismo aclara que esa cifra sólo incluye las denuncias que se hicieron públicas. Muchas más quedaron enterradas y escondidas. Y sobre eso, Benedicto XVI no hizo nada”.
Agrega que en febrero del 2004, 14 meses antes de que Benedicto XVI fuera elegido Papa, la Conferencia Episcopal Católica informó que sólo en Estados Unidos, de 1950 al 2002, hubo 4,450 sacerdotes católicos involucrados en casos de abuso sexual a menores.
En marzo de 2010 la Santa Sede reconoció más de 3 mil casos que involucran a religiosos por acusaciones de abusos sexuales a menores.
Fuente: noticias.univision.com
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