Casualmente todas ellas tienen que ver con Barack Obama, el presidente de los Estados Unidos.
Nada hacía presagiar que un acto tan conmemorativo iba a convertirse en una riña de celos protagonizada por el matrimonio Obama y Helle Thorning-Schmidt, la primera ministra de Dinamarca. Todo comenzó con un afable saludo entre el mandatario estadounidense y la líder danesa. Tras unos minutos de conversación entre ambos, decidieron hacerse una autofoto o "selfie" con el móvil de Helle. Algo que no debió hacer nada de gracia a Michelle Obama.
Después de una animada conversación en los que la simpatía y complicidad estaban muy presentes. Michel tomó la decisión de poner tierra de por medio y cambió el sitio a su esposo, interponiéndose entre medias de los dos.
Terminado el funeral de Mandela, la pareja volvió a Estados Unidos entre el revuelo causado por las imágenes en las que se podía apreciar la complicidad entre Obama y la primera ministra danesa, con el posterior enfado de su esposa. La pareja presidencial quiso acallar todas los rumores y reaparecieron bajándose de su avión agarrados de la mano y muy cómplices ambos.
Una anécdota que ha dado la vuelta al mundo y que se une a la del saludo de Obama con Raúl Castro y al del falso interprete para sordos.
Fuente: eleconomista.es
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