Senado de Estados Unidos divulgará este martes una versión reducida del muy esperado informe de una investigación parlamentaria sobre las técnicas de interrogación de la CIA, asimiladas a la tortura, a sospechosos de pertenecer a Al Qaida, tras los atentados del 11 de setiembre de 2001 .
La versión clasificada del informe tiene más de 6.000 páginas y es el balance más detallado del programa secreto de la CIA para interrogar a prisioneros, algunos de cuyos elementos son, sin embargo, conocidos por la opinión pública.
El llamado Programa de Detención e Interrogación de la CIA fue autorizado secretamente por el gobierno de George W. Bush en 2002, pocos después de la firma por el presidente de un memorando que autorizaba a la CIA a matar, capturar e interrogar a altos dirigentes de Al Qaida en cualquier parte del mundo.
A partir de 2002 aparecieron rumores sobre malos tratos y torturas: inicialmente en Bagram, Afganistán.
Organizaciones no gubernamentales y legisladores empezaron a preguntarse sobre el destino de varios "detenidos fantasma", sobre los que el gobierno estadounidense no dice nada en absoluto.
Finalmente, en 2005, la prensa estadounidense denuncia vuelos secretos de la CIA para trasladar a "detenidos de alto valor" a lugares desconocidos, secretos, en los que ni siquiera interviene el FBI. Numerosos países, sobre todo europeos, permiten que esos vuelos pasen por sus espacios aéreos.
En diciembre de 2005 el Congreso aprueba una ley que prohíbe los tratos "crueles, inhumanos y degradantes". Aumenta la polémica sobre el recurso a la tortura, se inician investigaciones administrativas y la CIA admite en 2007 que destruyó filmaciones de interrogatorios, provocando un escándalo.
El entonces director de la CIA, Michael Hayden, admite en febrero de 2008 que tres detenidos fueron sometidos a la práctica del "submarino" (sumergir al detenido en el agua hasta casi ahogarlo), pero que la CIA ya no empleaba ese recurso desde hacía unos cinco años.
Jaled Cheij Mohammed, presunto cerebro de los atentados del 11-S, Abu Zubeida, primer dirigente de Al Qaida en ser detenido, y Abd Rahim Al-Nashiri, otro miembro importante de Al Qaida están entre quienes fueron sometidos al "submarino". El primero, 183 veces y Abu Zubeida, 83.
En enero de 2009 el recién elegido Barack Obama se compromete a respetar la Convención de Ginebra y promete que su administración no utilizará la tortura en los interrogatorios de prisioneros. Suprime oficialmente el programa secreto de interrogatorios. En abril de 2009 el Ejecutivo divulga los memorandos del departamento de Justicia de 2002 y 2005 en los que se justificaba el uso de "técnicas reforzadas de interrogatorio".
En marzo de 2009 la comisión de Inteligencia del Senado, controlada por los demócratas, abre su propia investigación.
Además del "submarino", los interrogatorios incluían, según los testimonios de varios detenidos: bofetadas, puñetazos, golpes, sometimiento a temperaturas glaciales, a posiciones incomodas y dolorosas durante largos períodos y privación de sueño, entre otros.
Un informe interno de la CIA de 2004, parcialmente desclasificado en 2009, menciona también las simulaciones de ejecuciones, así como el uso de una pistola y de un taladro para aterrorizar a Abd Rahim Al-Nashiri. Un agente también habría amenazado con matar a la familia de Cheij Mohammed.
Los detenidos considerados de gran valor fueron interrogados por la CIA en lugares secretos, "sitios negros", antes de ser trasladados a la prisión de la base militar estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, en 2006.
Un informe del Parlamento europeo de 2007 acusa sobre todo a Polonia y a Rumania de haber albergado, entre 2003 y 2005, centros secretos de detención en Kiejkuty, nordeste de Polonia, y en Bucarest.
Un sitio en Antaviliai, Lituania, a 20 km de la capital, Vilna, visitado por legisladores europeos, también es sospechoso de haber albergado una cárcel secreta de la CIA.
Otro tanto ocurre con Tailandia y Afganistán, invadido por una coalición internacional encabezada por las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El informe parlamentario, sin embargo, no dará nombres de países donde hubo cárceles secretas de la CIA.
Según el informe del Senado, alrededor de un centenar de detenidos fue interrogado por la CIA en el marco del programa secreto.
AFP
El llamado Programa de Detención e Interrogación de la CIA fue autorizado secretamente por el gobierno de George W. Bush en 2002, pocos después de la firma por el presidente de un memorando que autorizaba a la CIA a matar, capturar e interrogar a altos dirigentes de Al Qaida en cualquier parte del mundo.
A partir de 2002 aparecieron rumores sobre malos tratos y torturas: inicialmente en Bagram, Afganistán.
Organizaciones no gubernamentales y legisladores empezaron a preguntarse sobre el destino de varios "detenidos fantasma", sobre los que el gobierno estadounidense no dice nada en absoluto.
Finalmente, en 2005, la prensa estadounidense denuncia vuelos secretos de la CIA para trasladar a "detenidos de alto valor" a lugares desconocidos, secretos, en los que ni siquiera interviene el FBI. Numerosos países, sobre todo europeos, permiten que esos vuelos pasen por sus espacios aéreos.
En diciembre de 2005 el Congreso aprueba una ley que prohíbe los tratos "crueles, inhumanos y degradantes". Aumenta la polémica sobre el recurso a la tortura, se inician investigaciones administrativas y la CIA admite en 2007 que destruyó filmaciones de interrogatorios, provocando un escándalo.
El entonces director de la CIA, Michael Hayden, admite en febrero de 2008 que tres detenidos fueron sometidos a la práctica del "submarino" (sumergir al detenido en el agua hasta casi ahogarlo), pero que la CIA ya no empleaba ese recurso desde hacía unos cinco años.
Jaled Cheij Mohammed, presunto cerebro de los atentados del 11-S, Abu Zubeida, primer dirigente de Al Qaida en ser detenido, y Abd Rahim Al-Nashiri, otro miembro importante de Al Qaida están entre quienes fueron sometidos al "submarino". El primero, 183 veces y Abu Zubeida, 83.
En enero de 2009 el recién elegido Barack Obama se compromete a respetar la Convención de Ginebra y promete que su administración no utilizará la tortura en los interrogatorios de prisioneros. Suprime oficialmente el programa secreto de interrogatorios. En abril de 2009 el Ejecutivo divulga los memorandos del departamento de Justicia de 2002 y 2005 en los que se justificaba el uso de "técnicas reforzadas de interrogatorio".
En marzo de 2009 la comisión de Inteligencia del Senado, controlada por los demócratas, abre su propia investigación.
Además del "submarino", los interrogatorios incluían, según los testimonios de varios detenidos: bofetadas, puñetazos, golpes, sometimiento a temperaturas glaciales, a posiciones incomodas y dolorosas durante largos períodos y privación de sueño, entre otros.
Un informe interno de la CIA de 2004, parcialmente desclasificado en 2009, menciona también las simulaciones de ejecuciones, así como el uso de una pistola y de un taladro para aterrorizar a Abd Rahim Al-Nashiri. Un agente también habría amenazado con matar a la familia de Cheij Mohammed.
Los detenidos considerados de gran valor fueron interrogados por la CIA en lugares secretos, "sitios negros", antes de ser trasladados a la prisión de la base militar estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, en 2006.
Un informe del Parlamento europeo de 2007 acusa sobre todo a Polonia y a Rumania de haber albergado, entre 2003 y 2005, centros secretos de detención en Kiejkuty, nordeste de Polonia, y en Bucarest.
Un sitio en Antaviliai, Lituania, a 20 km de la capital, Vilna, visitado por legisladores europeos, también es sospechoso de haber albergado una cárcel secreta de la CIA.
Otro tanto ocurre con Tailandia y Afganistán, invadido por una coalición internacional encabezada por las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El informe parlamentario, sin embargo, no dará nombres de países donde hubo cárceles secretas de la CIA.
Según el informe del Senado, alrededor de un centenar de detenidos fue interrogado por la CIA en el marco del programa secreto.
AFP
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