Un extremista simuló ser un aguatero para infiltrarse en una ceremonia que realizaban rebeldes chiitas en la capital del país y detonó explosivos que llevaba consigo. Además de los decesos, hubo 50 heridos.
Un atacante suicida que simuló ser un aguatero se infiltró hoy en una ceremonia que realizaban rebeldes chiitas en la capital de Yemen y detonó explosivos que llevaba consigo, causando la muerte de al menos 33 personas y heridas a casi 50, informó la prensa estatal.
El extremista detonó un cinturón de explosivos a la entrada de un centro cultural de Eb, 200 kilómetros al sur de la capital Sanaá, donde los rebeldes hutíes conmemoraban el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
La agencia de noticias estatal Saba, que citó un comunicado del Ministerio de Salud, informó que al menos 33 personas murieron y 48 resultaron heridas por el estallido.
En la celebración participaba, además de altos cargos del grupo chiita, el gobernador de Eb, Yehia al Iriani, que salió ileso de la explosión, según la televisión estatal, que mostró imágenes del lugar del atentado en las que se podían ver cadáveres.
El suicida se aproximó al centro cultural vestido como repartidor de agua, eludiendo así las medidas de seguridad impuestas por los hutíes para proteger las fiestas previstas con motivo del nacimiento de Mahoma, dijeron fuentes de seguridad citadas por la agencia de noticias EFE.
Ningún grupo reivindicó hasta el momento el atentado, pero las fuente de seguridad consultadas por la agencia de noticias EFE apuntaron que la rama local de la red islamista Al Qaeda podría estar detrás del ataque, ya que anteriormente ha cometido ataques similares contra los hutíes.
El movimiento hutí, que controla desde 2010 la provincia septentrional de Saada, ha expandido sus dominios a otras regiones del país y a la capital, y forzó, en septiembre pasado, la dimisión del gobierno.
Desde octubre, afronta sin embargo una dura resistencia por parte de Al Qaeda y de grupos y clanes sunnitas en las regiones de Al Baida y de Eb.
Fuente: jornadaonline.com
El extremista detonó un cinturón de explosivos a la entrada de un centro cultural de Eb, 200 kilómetros al sur de la capital Sanaá, donde los rebeldes hutíes conmemoraban el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
La agencia de noticias estatal Saba, que citó un comunicado del Ministerio de Salud, informó que al menos 33 personas murieron y 48 resultaron heridas por el estallido.
En la celebración participaba, además de altos cargos del grupo chiita, el gobernador de Eb, Yehia al Iriani, que salió ileso de la explosión, según la televisión estatal, que mostró imágenes del lugar del atentado en las que se podían ver cadáveres.
El suicida se aproximó al centro cultural vestido como repartidor de agua, eludiendo así las medidas de seguridad impuestas por los hutíes para proteger las fiestas previstas con motivo del nacimiento de Mahoma, dijeron fuentes de seguridad citadas por la agencia de noticias EFE.
Ningún grupo reivindicó hasta el momento el atentado, pero las fuente de seguridad consultadas por la agencia de noticias EFE apuntaron que la rama local de la red islamista Al Qaeda podría estar detrás del ataque, ya que anteriormente ha cometido ataques similares contra los hutíes.
El movimiento hutí, que controla desde 2010 la provincia septentrional de Saada, ha expandido sus dominios a otras regiones del país y a la capital, y forzó, en septiembre pasado, la dimisión del gobierno.
Desde octubre, afronta sin embargo una dura resistencia por parte de Al Qaeda y de grupos y clanes sunnitas en las regiones de Al Baida y de Eb.
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