China continúa explotando el poderío de su sector ferroviario a través de proyectos a lo largo y ancho del planeta que “encarrilan” al gigante asiático como potencia mundial.
La noticia de la semana fue la llegada a Madrid del primer tren de mercancías por una línea ferroviaria directa entre China y España, la más larga del mundo y a la que instituciones y empresarios de ambos países bautizaron como “la nueva ruta de la seda”.
El viaje, de 13.000 kilómetros, duró 21 días, frente a los aproximadamente treinta que necesitan para recorrer esa misma distancia en barco.
Este convoy inaugural, procedente de la ciudad de Yiwu, considerado el centro de producción y distribución de bienes más grande del mundo, llegó a Madrid cargado de artículos navideños para los bazares chinos.
“Yiwu es hoy el punto más grande de fabricación y distribución de China. Antes ese lugar lo ocupaba Guangzhou, una ciudad ubicada en el sur de China pero creció hasta convertirse en la tercera más grande del país y, por lo tanto, en una ciudad costosa”, explicó a El Colombiano, Kit-i Sin, experta en mercados internacionales de Ruta N.
El tren volverá a recorrer los más de 13.000 kilómetros que separan Madrid de Yiwu después de Navidad, para llevar productos españoles como jamón ibérico, vino y aceite de oliva, para que lleguen a tiempo para la celebración del Año Nuevo chino, el 19 de febrero.
El tren partió el pasado 18 de noviembre de Yiwu, en la provincial de Zhejiang, con cuarenta vagones y, desde entonces, ha recorrido 13.000 kilómetros a través de ocho países: China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España (ver mapa).
A lo largo de este recorrido se han realizado cambios de ancho de vía, trasvases de contenedores y cambios de locomotora cada 800 kilómetros, así como la descarga de parte de la mercancía.
Finalmente, treinta de los cuarenta contenedores llegaron a Madrid el martes.
Prosperidad de ida y vuelta
Esta no es la primera ruta ferroviaria directa entre China y Europa. Kit-i Sin señaló que hay otras dos que enlazan su país, China, con Alemania.
“No solo se trata de resolver las necesidades internas del país, sino de aumentar la calidad de vida y los mercados nuevos. En la zona en la que se unen Asia y Europa hay muchos países que están lejos del mar, lo que dificulta el acceso a mercancías. Por eso la llegada del tren es una super noticia para ellos”, explicó la analista china.
Este viaje de prueba constituyó “un hito histórico para el sector del ferrocarril”, según la ministra española de Fomento, Ana Pastor, quien dijo que se trata del viaje más largo del mundo recorrido por un tren, superior a la suma de los míticos Transiberiano y Orient Express.
“Hoy se ha abierto una nueva ruta para una España más próspera”, señaló la ministra a la agencia Efe, ya que esta línea de mercancías reforzará a España como centro de distribución de productos llegados de China.
Es “una línea de doble sentido” que ofrece un acceso directo al mayor mercado de venta al por mayor de productos del mundo, destacó por su parte la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien señaló que gran parte de los más de 30.000 ciudadanos chinos que residen en la capital de España son originarios de la provincia de Zhejiang.
Ana Botella recordó que Madrid firmó en 1985 un acuerdo de hermanamiento con Pekín, que en septiembre de 2015 cumplirá 30 años, y que en la ciudad tiene su sede el centro cultural de China y el Instituto Confucio.
El encargado de negocios de la embajada china en España, Huang Yazhong, expresó también su satisfacción por el hecho de que se haya abierto “oficialmente la línea regular de mercancías más larga del mundo”, que constituye “un nuevo avance en la apertura” del país.
De la misma manera, el gobernador de Zheijiang, Zhang Shuming, destacó en una carta que esta línea “reduce enormemente la distancia”, en términos de tiempo, “entre los extremos oriental y occidental del continente euroasiático”.
Al mismo tiempo, se rebajan los costes de importación y exportación contribuyendo así “a la salida de los productos de China hacia el mundo” y facilitando la importación de otras mercancías.
Trenes de alta velocidad
China puso en marcha el miércoles un tren de alta velocidad que unirá sus dos principales polos económicos, Shanghái (este) y Cantón (sureste), en seis horas y 51 minutos, unas nueve horas menos que el ferrocarril convencional y el doble que en avión.
La apertura de la nueva línea está entre las novedades anunciadas recientemente por las autoridades ferroviarias de Shanghái, que contará a partir de este mes con 32 nuevas rutas de tren de alta velocidad hacia ciudades del interior chino, como Huaihua (provincia de Hunan) y Nanchang (Jiangxi) y Nanning (Guangxi).
Todas estas rutas, incluida la que parte hacia Cantón, a unos 1.200 kilómetros de distancia, saldrán de la estación shanghainesa de Hongqiao, que comparte ubicación e instalaciones con el aeropuerto internacional del mismo nombre, el más pequeño de los dos comerciales de la ciudad, al oeste de la capital económica de China.
“El sistema es cada vez más rápido. Los trenes en China tienen una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y los que van a 500 kilómetros por hora están en pruebas. Hace seis años ir de Guamgzhou (sur) hacia Beijing (norte), una distancia de 2.300 kilometros, me demoró 22 horas en tren. Hoy el viaje tarde 8 horas”, explicó Kit-i Sin.
A esas nuevas líneas se sumará que algunas de las rutas de alta velocidad ya existentes hacia varias ciudades en los extremos del país, como Harbin (Heilongjiang, noreste), Shenzhen (Cantón, sureste) y Lhasa (Tíbet, oeste), y que pasarán de ser trenes rápidos, con paradas en el camino, a trenes directos.
El viaje, de 13.000 kilómetros, duró 21 días, frente a los aproximadamente treinta que necesitan para recorrer esa misma distancia en barco.
Este convoy inaugural, procedente de la ciudad de Yiwu, considerado el centro de producción y distribución de bienes más grande del mundo, llegó a Madrid cargado de artículos navideños para los bazares chinos.
“Yiwu es hoy el punto más grande de fabricación y distribución de China. Antes ese lugar lo ocupaba Guangzhou, una ciudad ubicada en el sur de China pero creció hasta convertirse en la tercera más grande del país y, por lo tanto, en una ciudad costosa”, explicó a El Colombiano, Kit-i Sin, experta en mercados internacionales de Ruta N.
El tren volverá a recorrer los más de 13.000 kilómetros que separan Madrid de Yiwu después de Navidad, para llevar productos españoles como jamón ibérico, vino y aceite de oliva, para que lleguen a tiempo para la celebración del Año Nuevo chino, el 19 de febrero.
El tren partió el pasado 18 de noviembre de Yiwu, en la provincial de Zhejiang, con cuarenta vagones y, desde entonces, ha recorrido 13.000 kilómetros a través de ocho países: China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España (ver mapa).
A lo largo de este recorrido se han realizado cambios de ancho de vía, trasvases de contenedores y cambios de locomotora cada 800 kilómetros, así como la descarga de parte de la mercancía.
Finalmente, treinta de los cuarenta contenedores llegaron a Madrid el martes.
Prosperidad de ida y vuelta
Esta no es la primera ruta ferroviaria directa entre China y Europa. Kit-i Sin señaló que hay otras dos que enlazan su país, China, con Alemania.
“No solo se trata de resolver las necesidades internas del país, sino de aumentar la calidad de vida y los mercados nuevos. En la zona en la que se unen Asia y Europa hay muchos países que están lejos del mar, lo que dificulta el acceso a mercancías. Por eso la llegada del tren es una super noticia para ellos”, explicó la analista china.
Este viaje de prueba constituyó “un hito histórico para el sector del ferrocarril”, según la ministra española de Fomento, Ana Pastor, quien dijo que se trata del viaje más largo del mundo recorrido por un tren, superior a la suma de los míticos Transiberiano y Orient Express.
“Hoy se ha abierto una nueva ruta para una España más próspera”, señaló la ministra a la agencia Efe, ya que esta línea de mercancías reforzará a España como centro de distribución de productos llegados de China.
Es “una línea de doble sentido” que ofrece un acceso directo al mayor mercado de venta al por mayor de productos del mundo, destacó por su parte la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien señaló que gran parte de los más de 30.000 ciudadanos chinos que residen en la capital de España son originarios de la provincia de Zhejiang.
Ana Botella recordó que Madrid firmó en 1985 un acuerdo de hermanamiento con Pekín, que en septiembre de 2015 cumplirá 30 años, y que en la ciudad tiene su sede el centro cultural de China y el Instituto Confucio.
El encargado de negocios de la embajada china en España, Huang Yazhong, expresó también su satisfacción por el hecho de que se haya abierto “oficialmente la línea regular de mercancías más larga del mundo”, que constituye “un nuevo avance en la apertura” del país.
De la misma manera, el gobernador de Zheijiang, Zhang Shuming, destacó en una carta que esta línea “reduce enormemente la distancia”, en términos de tiempo, “entre los extremos oriental y occidental del continente euroasiático”.
Al mismo tiempo, se rebajan los costes de importación y exportación contribuyendo así “a la salida de los productos de China hacia el mundo” y facilitando la importación de otras mercancías.
Trenes de alta velocidad
China puso en marcha el miércoles un tren de alta velocidad que unirá sus dos principales polos económicos, Shanghái (este) y Cantón (sureste), en seis horas y 51 minutos, unas nueve horas menos que el ferrocarril convencional y el doble que en avión.
La apertura de la nueva línea está entre las novedades anunciadas recientemente por las autoridades ferroviarias de Shanghái, que contará a partir de este mes con 32 nuevas rutas de tren de alta velocidad hacia ciudades del interior chino, como Huaihua (provincia de Hunan) y Nanchang (Jiangxi) y Nanning (Guangxi).
Todas estas rutas, incluida la que parte hacia Cantón, a unos 1.200 kilómetros de distancia, saldrán de la estación shanghainesa de Hongqiao, que comparte ubicación e instalaciones con el aeropuerto internacional del mismo nombre, el más pequeño de los dos comerciales de la ciudad, al oeste de la capital económica de China.
“El sistema es cada vez más rápido. Los trenes en China tienen una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora y los que van a 500 kilómetros por hora están en pruebas. Hace seis años ir de Guamgzhou (sur) hacia Beijing (norte), una distancia de 2.300 kilometros, me demoró 22 horas en tren. Hoy el viaje tarde 8 horas”, explicó Kit-i Sin.
A esas nuevas líneas se sumará que algunas de las rutas de alta velocidad ya existentes hacia varias ciudades en los extremos del país, como Harbin (Heilongjiang, noreste), Shenzhen (Cantón, sureste) y Lhasa (Tíbet, oeste), y que pasarán de ser trenes rápidos, con paradas en el camino, a trenes directos.
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