La niña de 13 años en Nigeria dijo que su padre la entregó a extremistas de Boko Haram y que fue arrestada tras negarse a detonar una bomba que llevaba encima en un mercado de Kano, la segunda mayor ciudad del país en el norte.
Nigeria ha sufrido numerosos atentados suicidas realizados por niñas y mujeres jóvenes. Eso ha elevado el temor a que los insurgentes estén utilizando a niñas secuestradas.
En una rueda de prensa el miércoles, la menor dijo haber visto cómo se enterraba viva a mucha gente en el campamento de Boko Haram cuando su padre la llevó en el estado de Bauchi, al este de Kano.
La niña dijo que sus captores le preguntaron si quería ir al paraíso, y cuando dijo que sí, le explicaron que tendría que ser una atacante suicida.
"Cuando me dijeron que tendría que morir para ir al paraíso, que tendría que estallar una bomba y morir, dije 'no puedo hacerlo''', recordó.
Cuando amenazaron con matarla, permitió que le colocaran un chaleco lleno de explosivos porque "tenía miedo de que me enterraran viva", señaló.
Secuestro
El grupo Boko Haram, nacido en este país del oeste africano, atrajo la condena internacional en abril cuando sus combatientes secuestraron a 276 niñas de una escuela en la localidad nordeste de Chibok. Docenas escaparon, pero 219 siguen desaparecidas.
Miles de personas murieron y 1,6 millones se vieron obligadas a dejar sus casas en los cinco años de insurgencia del grupo, que aspira a crear un estado islámico en Nigeria, el país más poblado de África con 160 millones de personas divididas entre un norte de mayoría musulmana y un sur de mayoría cristiano.
El superintentende policial Adenrele Shinaba señaló que la niña fue arrestada en un hospital al que llegó con una herida en la pierna. Un taxista la llevó al hospital, y allí la joven dijo haber dejado el chaleco explosivo en el taxi. El conductor llamó a la policía.
Shinaba indicó que la menor permanecerá bajo custodia mientras continúan las investigaciones. La policía no ha logrado localizar al padre, señaló, que según la niña pertenece a Boko Haram.
En una rueda de prensa el miércoles, la menor dijo haber visto cómo se enterraba viva a mucha gente en el campamento de Boko Haram cuando su padre la llevó en el estado de Bauchi, al este de Kano.
La niña dijo que sus captores le preguntaron si quería ir al paraíso, y cuando dijo que sí, le explicaron que tendría que ser una atacante suicida.
"Cuando me dijeron que tendría que morir para ir al paraíso, que tendría que estallar una bomba y morir, dije 'no puedo hacerlo''', recordó.
Cuando amenazaron con matarla, permitió que le colocaran un chaleco lleno de explosivos porque "tenía miedo de que me enterraran viva", señaló.
Secuestro
El grupo Boko Haram, nacido en este país del oeste africano, atrajo la condena internacional en abril cuando sus combatientes secuestraron a 276 niñas de una escuela en la localidad nordeste de Chibok. Docenas escaparon, pero 219 siguen desaparecidas.
Miles de personas murieron y 1,6 millones se vieron obligadas a dejar sus casas en los cinco años de insurgencia del grupo, que aspira a crear un estado islámico en Nigeria, el país más poblado de África con 160 millones de personas divididas entre un norte de mayoría musulmana y un sur de mayoría cristiano.
El superintentende policial Adenrele Shinaba señaló que la niña fue arrestada en un hospital al que llegó con una herida en la pierna. Un taxista la llevó al hospital, y allí la joven dijo haber dejado el chaleco explosivo en el taxi. El conductor llamó a la policía.
Shinaba indicó que la menor permanecerá bajo custodia mientras continúan las investigaciones. La policía no ha logrado localizar al padre, señaló, que según la niña pertenece a Boko Haram.
lavoz.com.ar
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