La ejecución se llevó a cabo tras el rezo musulmán del mediodía del viernes en Al Bab y los restos del fallecido fueron colgados de un poste
BEIRUT, Líbano, dic. 12, 2014.- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) decapitó este viernes a un hombre en la localidad de Al Bab, en el norte de Siria, por supuestamente haber colaborado con las fuerzas del régimen de Bachar al Asad y haber causado la muerte de 196 personas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseveró que la ejecución se llevó a cabo tras el rezo musulmán del mediodía del viernes en Al Bab, en el noreste de la provincia septentrional de Alepo, bajo el control de los extremistas.
Tras la decapitación, los restos del fallecido fueron colgados de un poste.
La víctima fue asesinada después de que un tribunal islámico del EI lo condenara por "entregar a musulmanes buscados por el régimen a las autoridades y colocar microchips para orientar a los aviones (gubernamentales) hacia los lugares de concentración de musulmanes en la ciudad de Al Bab".
Con estas acciones, el decapitado presuntamente ocasionó la muerte de al menos 196 personas y heridas a 700, a cambio de 10.000 libras sirias (50 dólares), agregó la ONG.
En un foro de internet empleado habitualmente por los extremistas, los radicales publicaron fotografías de la víctima antes de su muerte en las que aparecía en el interior de un vehículo mostrando uno de los microchips que supuestamente fue utilizado para guiar a la aviación del régimen de Al Asad.
En otra instantánea, aparece su permiso para poseer armas, expedido por las Fuerzas Armadas sirias.
Los yihadistas describieron a este hombre como un "shabih", es decir, como un matón del régimen.
Por otro lado, en la provincia de Deir al Zur, en el noreste sirio, al menos nueve miembros del EI murieron durante un nuevo asalto de la organización extremista al aeropuerto militar, en manos del régimen, que comenzó la pasada madrugada con un atentado suicida con un tanque bomba, que no dejó ni muertos ni heridos.
El Observatorio destacó que entre los combatientes fallecidos en los enfrentamientos hay dos tunecinos y un marroquí.
La semana pasada, el EI intentó tomar el control del aeropuerto, pero fue repelido por los efectivos gubernamentales.
También en la provincia de Deir al Zur, pero en el área de Granich, fue hallada una fosa con once cadáveres de miembros de la tribu Al Shaitat, enemiga del EI.
El grupo yihadista proclamó a finales de junio un califato en Irak y Siria, donde ha conquistado zonas del norte y el centro de ambos países.
Al mes siguiente se hizo con la mayor parte de la provincia siria de Deir al Zur, fronteriza con el territorio iraquí, excepto de barrios de su capital homónima y del aeropuerto militar, en poder de las autoridades.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseveró que la ejecución se llevó a cabo tras el rezo musulmán del mediodía del viernes en Al Bab, en el noreste de la provincia septentrional de Alepo, bajo el control de los extremistas.
Tras la decapitación, los restos del fallecido fueron colgados de un poste.
La víctima fue asesinada después de que un tribunal islámico del EI lo condenara por "entregar a musulmanes buscados por el régimen a las autoridades y colocar microchips para orientar a los aviones (gubernamentales) hacia los lugares de concentración de musulmanes en la ciudad de Al Bab".
Con estas acciones, el decapitado presuntamente ocasionó la muerte de al menos 196 personas y heridas a 700, a cambio de 10.000 libras sirias (50 dólares), agregó la ONG.
En un foro de internet empleado habitualmente por los extremistas, los radicales publicaron fotografías de la víctima antes de su muerte en las que aparecía en el interior de un vehículo mostrando uno de los microchips que supuestamente fue utilizado para guiar a la aviación del régimen de Al Asad.
En otra instantánea, aparece su permiso para poseer armas, expedido por las Fuerzas Armadas sirias.
Los yihadistas describieron a este hombre como un "shabih", es decir, como un matón del régimen.
Por otro lado, en la provincia de Deir al Zur, en el noreste sirio, al menos nueve miembros del EI murieron durante un nuevo asalto de la organización extremista al aeropuerto militar, en manos del régimen, que comenzó la pasada madrugada con un atentado suicida con un tanque bomba, que no dejó ni muertos ni heridos.
El Observatorio destacó que entre los combatientes fallecidos en los enfrentamientos hay dos tunecinos y un marroquí.
La semana pasada, el EI intentó tomar el control del aeropuerto, pero fue repelido por los efectivos gubernamentales.
También en la provincia de Deir al Zur, pero en el área de Granich, fue hallada una fosa con once cadáveres de miembros de la tribu Al Shaitat, enemiga del EI.
El grupo yihadista proclamó a finales de junio un califato en Irak y Siria, donde ha conquistado zonas del norte y el centro de ambos países.
Al mes siguiente se hizo con la mayor parte de la provincia siria de Deir al Zur, fronteriza con el territorio iraquí, excepto de barrios de su capital homónima y del aeropuerto militar, en poder de las autoridades.
Fuente: Televisa
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