El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, junto con el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien ocupa la presidencia del Consejo de la UE, firmaron los dos históricos acuerdos con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
UN MUY DEMORADO CETA
El tratado de libre comercio UE-Canadá fue alcanzado en agosto de 2014 después de cinco años de negociaciones. Sin embargo, por la constante oposición de diversos grupos, incluyendo activistas ambientales, sindicatos y socialistas, la firma del acuerdo fue aplazada hasta este año.
La ceremonia de firma prevista para el jueves fue cancelada después de que una región belga se opuso al acuerdo. Valonia, una región francoparlante de Bélgica, estaba preocupada por la posibilidad de que el acuerdo pusiera en riesgo los intereses de los agricultores europeos y de que otorgara mucho poder a las multinacionales.
La UE, un bloque con 500 millones de habitantes, sólo puede firmar el acuerdo si tiene el consentimiento de todos los países miembros.
El viernes, todos los Parlamentos regionales de Bélgica alcanzaron un consenso para la aprobación del CETA, lo que abrió vía para la firma del acuerdo.
En una declaración conjunta se elogió al CETA como "el acuerdo comercial más integral, ambicioso y progresista que hayan negociado" tanto Canadá como la UE y se indicó que el CETA abrirá una nueva dimensión a los lazos económicos entre la UE y Canadá.
Después de la firma, el acuerdo comercial todavía requiere el consentimiento del Parlamento Europeo para entrar en vigor de manera provisional.
Las dos partes se comprometieron a la rápida implementación provisional del CETA y garantizaron a todas las partes pertinentes, incluyendo empleadores, sindicatos, consumidores y grupos ambientalistas, participar en su implementación.
El acuerdo llega con un instrumento vinculante de interpretación conjunta que tiene estatus legal y sirve como auténtica interpretación del CETA para explicar lo que significan las cláusulas en la práctica.
El histórico acuerdo transmitió una "señal positiva" sobre la importancia del comercio internacional libre, justo y progresista, añadió la declaración conjunta.
"Las decisiones tomadas hoy demuestran que la desintegración de la comunidad occidental no tiene que convertirse en una tendencia duradera", dijo Tusk en una conferencia de prensa realizada tras la ceremonia.
El presidente del Consejo Europeo enfatizó que Occidente todavía posee suficiente fuerza y determinación para contrarrestar el fatalismo del declive político.
Tusk dijo que el libre comercio y la globalización han protegido a la humanidad de la pobreza, el hambre y el conflicto total, pero que pocas personas parecen creer esto en la actualidad.
"Necesitamos explicar mejor los verdaderos efectos del libre comercio. El proteccionismo significa el retorno al egoísmo nacional y una amenaza de conflicto violento", dijo en su mensaje.
Juncker también celebró la firma del acuerdo y publicó en Twitter "Hecho. A partir de hoy, el CETA es un nuevo estándar dorado en los acuerdos comerciales".
El CETA eliminará más del 99 por ciento de los aranceles que actualmente afectan el comercio entre la UE y Canadá y se espera que incremente el comercio bilateral en 12.000 millones de euros (cerca de 13.200 millones de dólares) anuales.
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