“Son seis niños y un adulto mayor fallecidos. En total fueron 30 personas afectadas las que acudieron a hospitales”, dijo a periodistas la legisladora Karin Salanova, al exigir una investigación en la Fiscalía del estado de Aragua (noroeste), donde ocurrieron los envenenamientos.
”¿Cuántos inocentes tienen que morir por la intoxicación con la yuca amarga?”, añadió.
El gobierno no ha ofrecido información sobre los fallecimientos ocurridos entre el domingo y el martes y que fueron reportados previamente por medios de Aragua, que precisaron que los menores tenían entre dos y nueve años.
La parlamentaria también pidió a la gobernación oficialista de la entidad “tomar las medidas sanitarias necesarias” para impedir la venta del producto.
La yuca amarga suele confundirse con la yuca tradicional, tubérculo de bajo costo no venenoso y cuyo consumo es masivo en Venezuela. El año pasado se reportó la muerte de al menos una docena de personas por envenenamiento con yuca amarga.
“Por la misma crisis que hoy vive el país, la yuca es parte indispensable en la dieta del venezolano, porque es uno de los rubros más baratos que se encuentra”, apuntó Salanova.
La diputada denunció además que en los hospitales a los que acudieron los afectados no había suficientes insumos médicos para atenderlos.
Venezuela atraviesa una severa crisis económica, con una hiperinflación proyectada en 13.000% para este año por el FMI, y una escasez crónica de alimentos y medicinas.
Según un estudio de las principales universidades del país, la pobreza alcanzó 30,2% y la pobreza extrema 51,5% en 2016. El gobierno las ubica en 18,3% y 4,4%.
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