"Los éxitos de Curiosity, como su espectacular amartizaje y luego sus resultados científicos abren el camino a más exploraciones y al envío de astronautas a un asteroide y al propio Marte", estima el director de la NASA, Charles Bolden. El resonante descenso de este robot de seis ruedas por el cráter de Gale, a diez kilómetros del pie del monte Sharp (de 5.000 metros de altura), en la noche del 5 al 6 de agosto de 2012, que en función del peso de Curiosity, cercano a la tonelada, exigió la puesta a punto de una nueva técnica de aterrizaje, demostró que la NASA podía hacer desembarcar en Marte cargas más pesadas. Ese es uno de los grandes desafíos tecnológicos que deberá afrontar una misión habitada al planeta rojo, subrayan los científicos.
"Hasta ahora estamos muy satisfechos. La misión Curiosity ha sido espectacular", proclamó Michael Meyer, responsable científico de los programas marcianos de la NASA. "Cuanto más sepamos sobre Marte, más informados estaremos para enviar astronautas" al planeta, señaló. "No solamente el amartizaje fue un éxito sino que todos los instrumentos han funcionado y ya hemos podido proceder a perforaciones en rocas", por primera vez en Marte, dijo Meyer en su diálogo con la AFP.
Durante este primer año, Curiosity transmitió hacia la Tierra más de 190 gigabits de datos, equivalentes a 45.600 canciones almacenadas en dispositivos MP3 o a 36.700 imágenes de alta definición, precisa la NASA. Su láser, fabricado por un equipo francés, fue utilizado en más de 75.000 ocasiones para analizar la composición de las rocas.
Otros grandes descubrimientos en las gateras
Los instrumentos y cámaras del Curiosity permitieron responder con bastante rapidez a la principal interrogante de la misión: si Marte fue propicio en algún momento a la vida microbiana, señala el astrobiólogo Michael Meyer. Poco antes de su amartizaje, las cámaras de Curiosity detectaron aglomeraciones de guijarros y grava formadas por la filtración de agua de lo que fuera el lecho de un antiguo río. El análisis de las rocas permitió luego encontrar arcilla y determinar que el agua no era salada, ni demasiado ácida como para impedir la vida. Estos descubrimientos explican por qué Curiosity recorrió apenas 1,5 km desde su llegada a Marte. En las últimas semanas, el robot retomó camino hacia el monte Sharp, a ocho kms de distancia y principal objeto de exploración de la misión.
El periplo insumirá varios meses, máxime cuando Curiosity deberá parar cada vez que halle formaciones geológicas interesantes para poder analizarlas. El pie del monte Sharp suscita gran interés en función de las diferentes capas de sedimentos, que podrían permitir datar los períodos en los cuales el planeta fue apto para la vida, según Meyer.
"Si encontramos múltiples ambientes que hayan sido habitables en el pasado, aumentarían las posibilidades de que haya existido vida en Marte", dijo a la AFP John Logsdon, exdirector del Space Policy Institute de Washington y actual integrante del comité consultivo de la NASA. Según Michael Meyer, Curiosity podría llegar a deparar nuevas sorpresas y "hacer descubrimientos de gran importancia, porque este robot tiene mucha suerte".
Si Curiosity se encuentra en presencia de indicios de vida "podría tal vez detectarlos" gracias a alguno de sus instrumentos, estima el científico. Sin embargo, "para cualquier confirmación deberá esperarse a la próxima misión", en 2020, cuando la NASA envíe otra sonda, "Curiosity 2", dotada de instrumentos capaces de detectar signos de vida, actual o pasada, explica. Pero a partir de 2018 podría adelantársele el robot euroruso Exomars, quien estará dotado de los instrumentos necesarios para determinar si hubo o hay vida en el planeta rojo.
AFP
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