El régimen de Kim Jong-un utilizó un día más los medios estatales para lanzar el mensaje de que Corea del Norte no se achica ante el tono beligerante de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, volvió el viernes a asegurar que su país está "listo para el combate" con Pyongyang, informó la agencia EFE.
Según el diario Rodong Sinmun, 3.475.000 estudiantes, jóvenes trabajadores y soldados retirados pidieron unirse a las fuerzas armadas en los tres días posteriores al 7 de agosto, cuando el régimen anunció duras represalias por las nuevas sanciones de la ONU. "Todo el mundo se está levantando por todo el país para tomar miles de veces represalias contra Estados Unidos", relató el periódico del Partido de los Trabajadores, que enumeró los alistamientos por días y provincias.
Corea del Norte tiene una población de unos 25 millones de habitantes y cuenta con un ejército de entre 700.000 y 1,3 millones de miembros, según los expertos. Durante los últimos días, los medios norcoreanos se hicieron eco y mostraron imágenes de varias concentraciones de ciudadanos por todo el país mostrando su apoyo al líder frente a Estados Unidos.
La principal manifestación se celebró el pasado miércoles en la plaza Kim Il-sung de Pyongyang donde decenas de miles de personas perfectamente organizadas levantaban el puño mientras desfilaban con pancartas con mensajes en favor del Gobierno y en contra de las sanciones de la ONU que castigan los recientes lanzamientos de misiles de Pyongyang.
Después de varios días de escalada dialéctica y amenazas cruzadas de ataques bélicos entre Washington y Pyongyang, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, mantuvieron hoy una conversación telefónica para abordar la crisis de Corea del Norte. China -aliado histórico de Corea del Norte- pidió contención para evitar más tensiones en la península de Corea.
"Las partes implicadas (en alusión a EEUU y Corea del Norte) deben evitar declaraciones y acciones que aumenten la tensión", señaló el presidente chino a su homólogo estadounidense. Xi aseguró además que China "está dispuesta a trabajar con el Gobierno estadounidense para resolver la cuestión", según informó la agencia oficial Xinhua.
Por su parte, la Casa Blanca apuntó en un comunicado publicado tras la conversación que "Trump y Xi acordaron que Corea del Norte debe detener su comportamiento provocativo y su escalada de tensión" y "reiteraron su compromiso mutuo para desnuclearizar la península de Corea".
Trump criticó en reiteradas ocasiones a China por "no hacer nada" para resolver ese conflicto, mientras Pyongyang no ocultó su malestar hacia Pekín por apoyar las sanciones económicas contra el régimen en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Según el diario Rodong Sinmun, 3.475.000 estudiantes, jóvenes trabajadores y soldados retirados pidieron unirse a las fuerzas armadas en los tres días posteriores al 7 de agosto, cuando el régimen anunció duras represalias por las nuevas sanciones de la ONU. "Todo el mundo se está levantando por todo el país para tomar miles de veces represalias contra Estados Unidos", relató el periódico del Partido de los Trabajadores, que enumeró los alistamientos por días y provincias.
Corea del Norte tiene una población de unos 25 millones de habitantes y cuenta con un ejército de entre 700.000 y 1,3 millones de miembros, según los expertos. Durante los últimos días, los medios norcoreanos se hicieron eco y mostraron imágenes de varias concentraciones de ciudadanos por todo el país mostrando su apoyo al líder frente a Estados Unidos.
La principal manifestación se celebró el pasado miércoles en la plaza Kim Il-sung de Pyongyang donde decenas de miles de personas perfectamente organizadas levantaban el puño mientras desfilaban con pancartas con mensajes en favor del Gobierno y en contra de las sanciones de la ONU que castigan los recientes lanzamientos de misiles de Pyongyang.
Después de varios días de escalada dialéctica y amenazas cruzadas de ataques bélicos entre Washington y Pyongyang, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, mantuvieron hoy una conversación telefónica para abordar la crisis de Corea del Norte. China -aliado histórico de Corea del Norte- pidió contención para evitar más tensiones en la península de Corea.
"Las partes implicadas (en alusión a EEUU y Corea del Norte) deben evitar declaraciones y acciones que aumenten la tensión", señaló el presidente chino a su homólogo estadounidense. Xi aseguró además que China "está dispuesta a trabajar con el Gobierno estadounidense para resolver la cuestión", según informó la agencia oficial Xinhua.
Por su parte, la Casa Blanca apuntó en un comunicado publicado tras la conversación que "Trump y Xi acordaron que Corea del Norte debe detener su comportamiento provocativo y su escalada de tensión" y "reiteraron su compromiso mutuo para desnuclearizar la península de Corea".
Trump criticó en reiteradas ocasiones a China por "no hacer nada" para resolver ese conflicto, mientras Pyongyang no ocultó su malestar hacia Pekín por apoyar las sanciones económicas contra el régimen en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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