Esta matanza, que tuvo lugar en una zona de viviendas pobres y un mercado a unos 40 kilómetros al sur de la capital de Filipinas, acabó con la muerte del hombre armado en un tiroteo con la policía, dijo el oficial encargado de la investigación, Arnulfo López."Fue al azar. Disparaba contra cualquiera que se atravesara en su camino", declaró López a la AFP.
Una niña de siete años se encontraba entre las personas muertas y otros cuatro niños fueron heridos, según López.
Este policía dijo que el sospechoso era Ronaldo Bae, un hombre de mediana edad que en una ocasión se presentó como candidato a alcalde del pueblo, aunque perdió.
López afirmó que no se habían determinado aún los motivos de esta matanza, pero los vecinos dijeron a la AFP que Bae había bebido mucho en la noche del jueves.
Estos habitantes afirmaron que los disparos comenzaron cerca de la vivienda de Bae, en una zona pobre del pueblo de Kawit, y que entre los muertos se encontraban sus vecinos.
"Abrió fuego contra la policía. Se produjo un tiroteo que terminó con la muerte del sospechoso", indicó López.
El conserje de la vivienda de Bae, identificado como "John Paul", acompañó a Bae durante su violenta incursión y fue visto cargando su arma, de acuerdo con López, quien señaló que la policía lo estaba buscando.
Este incidente tuvo lugar en plena polémica a causa de la difusión de armas de fuego en el país, provocada por la muerte de una niña de siete años al recibir un disparo en la cabeza durante las celebraciones de año nuevo.
El año pasado había 1,2 millones de armas registradas en Filipinas, de acuerdo con informaciones de la oficina policial de armas de fuego y explosivos. Aproximadamente otras 600.000 armas no registradas circulan en Filipinas, de acuerdo con dicha oficina.
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