El primer caso ocurrió el sábado en la provincia de San Luis (centro-norte), cuando Rocío Becerra, de 18 años, recibió un balazo en la cabeza de parte de su pareja de 22 años, que tras ultimarla se suicidó, informó la policía este domingo.
La joven, con un embarazo a término producto de su relación con el asesino, fue hallada muerta en su casa por los vecinos de la ciudad de Villa Mercedes, 660 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
La causa fue caratulada como "homicidio seguido de suicidio".
Pese a que fue trasladada inmediatamente a un hospital, los médicos nada pudieron hacer por salvar la vida del bebé.
La pareja tenía otros dos hijos, aunque ya no convivían, y el esposo había sido denunciado por la mujer porque la golpeaba, según relataron familiares a la prensa local.
En el segundo caso Andrea Ortiz, de 32 años, con siete meses de gestación, fue asesinada de 27 puñaladas por su esposo, un oficial de la policía penitenciaria de 40 años, que tras ser arrestado confesó el crimen.
El hecho ocurrió la madrugada de este domingo en la ciudad de Vera, 260 kilómetros al oeste de Buenos Aires, en la casa familiar donde la hija del matrimonio de 8 años fue quien encontró el cadáver y pidió auxilio a los vecinos, quienes alertaron a la policía.
El agresor, que trabaja en una Unidad Penal a 20 kilómetros de Vera, intentó en principio negar estar implicado, pero peritos hallaron manchas de sangre en su automóvil y en su ropa, tras lo cual confesó el crimen.
El agente había discutido con su mujer, se fue a tomar guardia en el penal, pero en un descanso volvió a su casa,la apuñaló y regresó al trabajo, según fuentes del caso.
A estos dos asesinatos se suma el ataque a una adolescente de 16 años que resultó con el 50% de su cuerpo quemado tras una discusión con su pareja, diez años mayor, que presuntamente la roció con alcohol y luego la prendió fuego, según investiga la policía, que arrestó al sospechoso cuando éste llevó a la muchacha un hospital de la capital argentina para su atención.
Según la ONG Casa de Encuentro, 53 mujeres fueron incineradas por sus parejas o exparejas desde febrero de 2010 cuando murió quemada, tras varios días de agonía, Wanda Taddei, la joven esposa de Eduardo Vázquez, el exbaterista de la banda de rock Callejeros, condenado a 18 años de cárcel.
Fuente informe21
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