El argentino Raúl Benítez, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Latinoamérica y el Caribe, considera que el lanzamiento del Año Internacional de la Quinua, hoy en Nueva York, puede dar el empujón definitivo a la promoción de esta planta comestible originaria de los Andes.
"La quinua tiene un potencial enorme, pero aún está poco desarrollada", explica Benítez en una entrevista con Efe.
A pesar de su gran valor nutritivo -"probablemente es el alimento más completo que existe en la Tierra" dice Benítez-, la producción de quinua es aún muy minoritaria y se concentra en Perú y Bolivia, los países donde también es más consumida.Estos dos países andinos acaparan casi el 90 % de la producción mundial de quinua, que también se cultiva, en menor medida, en Estados Unidos, Ecuador, Canadá, Colombia, Argentina y Chile.Las cifras de producción y hectáreas cultivadas son casi irrisorias si se comparan con los cereales más consumidos, como el maíz, el arroz o el trigo.
Según datos de la oficina regional de la FAO, con sede en Santiago, la producción mundial de quinua superó las 80.000 toneladas y las 100.000 hectáreas de cultivo en 2012.
La producción de arroz, por ejemplo, alcanzó los 672 millones de toneladas en 2010.
Incrementar los niveles de producción y expandir su cultivo es uno de los principales desafíos que enfrenta la FAO, que aboga por impulsar planes de apoyo e incentivos a los pequeños y medianos agricultores, que por lo general son los encargados de cultivar la quinua.
"Estamos impulsando que los gobiernos de América Latina lleven a cabo planes para difundir la quinua entre pequeños agricultores y que les sirva tanto para el autoconsumo como para venderla", señala el responsable de la FAO en la región.
"Hay que trabajar en las cadenas de comercialización, para que los beneficios del trabajo de muchas personas no se lo terminen llevando unos pocos", añade.
Con un buen trabajo de proyección exterior y los canales comerciales adecuados, se puede conseguir introducir la quinua en Asia, donde viven dos tercios de los cerca de 860 millones de personas que pasan hambre, señala Benítez.
El representante de la FAO considera que los gobiernos deben liderar la promoción de la quinua, como hacen el presidente boliviano, Evo Morales, y la primera dama de Perú, Nadine Heredia, que hoy serán nombrados embajadores especiales del Año Internacional de ese alimento en la ceremonia en la sede de la ONU, en Nueva York.
"No debemos limitarnos a esos dos países, todos los gobiernos deben realizar acciones", subraya Benítez.
La FAO está convencida de que la quinua puede convertirse en un poderoso aliado para combatir el hambre en el mundo, dado su elevado valor nutricional y la facilidad para cultivarla.
Originaria de la cordillera de los Andes y con 7.000 años de antigüedad, la quinua es una planta que tiene un alto contenido de proteína, fibra, vitaminas, minerales y aminoácidos.
Además, se adapta prácticamente a todo tipo de climas y terrenos. "Se puede cultivar a nivel del mar o a 4.000 metros de altura; a temperaturas bajo cero o a cuarenta grados centígrados", señala el responsable de la FAO.
Fuente: EFE
"La quinua tiene un potencial enorme, pero aún está poco desarrollada", explica Benítez en una entrevista con Efe.
A pesar de su gran valor nutritivo -"probablemente es el alimento más completo que existe en la Tierra" dice Benítez-, la producción de quinua es aún muy minoritaria y se concentra en Perú y Bolivia, los países donde también es más consumida.Estos dos países andinos acaparan casi el 90 % de la producción mundial de quinua, que también se cultiva, en menor medida, en Estados Unidos, Ecuador, Canadá, Colombia, Argentina y Chile.Las cifras de producción y hectáreas cultivadas son casi irrisorias si se comparan con los cereales más consumidos, como el maíz, el arroz o el trigo.
Según datos de la oficina regional de la FAO, con sede en Santiago, la producción mundial de quinua superó las 80.000 toneladas y las 100.000 hectáreas de cultivo en 2012.
La producción de arroz, por ejemplo, alcanzó los 672 millones de toneladas en 2010.
Incrementar los niveles de producción y expandir su cultivo es uno de los principales desafíos que enfrenta la FAO, que aboga por impulsar planes de apoyo e incentivos a los pequeños y medianos agricultores, que por lo general son los encargados de cultivar la quinua.
"Estamos impulsando que los gobiernos de América Latina lleven a cabo planes para difundir la quinua entre pequeños agricultores y que les sirva tanto para el autoconsumo como para venderla", señala el responsable de la FAO en la región.
"Hay que trabajar en las cadenas de comercialización, para que los beneficios del trabajo de muchas personas no se lo terminen llevando unos pocos", añade.
Con un buen trabajo de proyección exterior y los canales comerciales adecuados, se puede conseguir introducir la quinua en Asia, donde viven dos tercios de los cerca de 860 millones de personas que pasan hambre, señala Benítez.
El representante de la FAO considera que los gobiernos deben liderar la promoción de la quinua, como hacen el presidente boliviano, Evo Morales, y la primera dama de Perú, Nadine Heredia, que hoy serán nombrados embajadores especiales del Año Internacional de ese alimento en la ceremonia en la sede de la ONU, en Nueva York.
"No debemos limitarnos a esos dos países, todos los gobiernos deben realizar acciones", subraya Benítez.
La FAO está convencida de que la quinua puede convertirse en un poderoso aliado para combatir el hambre en el mundo, dado su elevado valor nutricional y la facilidad para cultivarla.
Originaria de la cordillera de los Andes y con 7.000 años de antigüedad, la quinua es una planta que tiene un alto contenido de proteína, fibra, vitaminas, minerales y aminoácidos.
Además, se adapta prácticamente a todo tipo de climas y terrenos. "Se puede cultivar a nivel del mar o a 4.000 metros de altura; a temperaturas bajo cero o a cuarenta grados centígrados", señala el responsable de la FAO.
Fuente: EFE
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