La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió en su despacho al primer ministro ruso, Dmitri Medveded, en el marco de una visita oficial, y ambos líderes acordaron incrementar los lazos comerciales entre sus respectivos países, comenzando con la compraventa de complejos de defensa antiaérea, a partir de marzo próximo.
La Declaración establece textualmente que esas negociaciones se realizan con el objetivo de “preparar un contrato para futuras obtenciones, por parte del gobierno de Brasil, de baterías antiaéreas".
Asimismo, el convenio fija como condición obligatoria la “transferencia irrestricta de tecnología” por parte de Moscú a Brasilia, para impulsar el “desarrollo conjunto de productos de defensa y la participación de empresas estratégicas de defensa brasileñas en la producción de armas rusas” en su territorio.
Las intenciones de Brasil son adquirir cinco baterías de misiles antiaéreos: tres del tipo Pantsir-S1 (de medio alcance) y dos del tipo Igla (de corto alcance), según admitió el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas brasileñas, general José Carlos De Nardi.
Aunque no han sido divulgados los montos de las transacciones proyectadas, cada una de esas baterías -con vehículos auxiliares y armamento completo, que supone una dotación de misiles tierra-aire y cañones de 30 milímetros- tiene un costo aproximado de 35 millones de dólares.
La nación suramericana la manifestado en varias ocasiones su proyecto de desarrollar su industria nacional de defensa, con la modernización del sistema de defensa antiaéreo, necesario para garantizar la seguridad de los grandes eventos que el país organizará en los próximos años: el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.
Durante su visita, Medvedev abordó también otro temas de cooperación con la presidenta Rousseff, vinculados a las áreas de energía, petróleo y hasta el tema nuclear.
Asimismo, conversaron sobre la evolución del del Grupo de los 20 (G20) y el BRICS, alianza de grandes naciones emergentes que ambos integran junto a China, India y Sudáfrica, y cuyo próximo encuentro está previsto para marzo.
Convenios bilaterales
El Primer Ministro ruso también sostuvo un encuentro con el vicepresidente brasileño, Michel Temer, en el marco de la Sexta comisión de alto nivel bilateral, que se reúne anualmente.Durante esta reunión se firmaron convenios en las esferas agrícola, de ciencia y tecnología, educativa y de defensa. Adicionalmente, se analizaron temas de interés común e internacional, coincidiendo en la necesidad de mantener un fluido diálogo político con miras a estrechar posiciones en foros y eventos mundiales.
Medvedev manifestó que existe la intención de llevar el comercio bilateral a los 10 mil millones de dólares, en relación a los siete mil 272 millones de dólares alcanzados en 2011, aunque el monto cayó a cinco mil 931 millones en 2012.
"Nuestra comunicación se tornó totalmente diferente, nos estamos encontrando con bastante frecuencia" y eso "confirma que nuestra correlación es estratégica", enfatizó Medvedev, quien parte este jueves hasta la ciudad de La Habana, Cuba.
La Declaración establece textualmente que esas negociaciones se realizan con el objetivo de “preparar un contrato para futuras obtenciones, por parte del gobierno de Brasil, de baterías antiaéreas".
Asimismo, el convenio fija como condición obligatoria la “transferencia irrestricta de tecnología” por parte de Moscú a Brasilia, para impulsar el “desarrollo conjunto de productos de defensa y la participación de empresas estratégicas de defensa brasileñas en la producción de armas rusas” en su territorio.
Las intenciones de Brasil son adquirir cinco baterías de misiles antiaéreos: tres del tipo Pantsir-S1 (de medio alcance) y dos del tipo Igla (de corto alcance), según admitió el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas brasileñas, general José Carlos De Nardi.
Aunque no han sido divulgados los montos de las transacciones proyectadas, cada una de esas baterías -con vehículos auxiliares y armamento completo, que supone una dotación de misiles tierra-aire y cañones de 30 milímetros- tiene un costo aproximado de 35 millones de dólares.
La nación suramericana la manifestado en varias ocasiones su proyecto de desarrollar su industria nacional de defensa, con la modernización del sistema de defensa antiaéreo, necesario para garantizar la seguridad de los grandes eventos que el país organizará en los próximos años: el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.
Durante su visita, Medvedev abordó también otro temas de cooperación con la presidenta Rousseff, vinculados a las áreas de energía, petróleo y hasta el tema nuclear.
Asimismo, conversaron sobre la evolución del del Grupo de los 20 (G20) y el BRICS, alianza de grandes naciones emergentes que ambos integran junto a China, India y Sudáfrica, y cuyo próximo encuentro está previsto para marzo.
Convenios bilaterales
El Primer Ministro ruso también sostuvo un encuentro con el vicepresidente brasileño, Michel Temer, en el marco de la Sexta comisión de alto nivel bilateral, que se reúne anualmente.Durante esta reunión se firmaron convenios en las esferas agrícola, de ciencia y tecnología, educativa y de defensa. Adicionalmente, se analizaron temas de interés común e internacional, coincidiendo en la necesidad de mantener un fluido diálogo político con miras a estrechar posiciones en foros y eventos mundiales.
Medvedev manifestó que existe la intención de llevar el comercio bilateral a los 10 mil millones de dólares, en relación a los siete mil 272 millones de dólares alcanzados en 2011, aunque el monto cayó a cinco mil 931 millones en 2012.
"Nuestra comunicación se tornó totalmente diferente, nos estamos encontrando con bastante frecuencia" y eso "confirma que nuestra correlación es estratégica", enfatizó Medvedev, quien parte este jueves hasta la ciudad de La Habana, Cuba.
Fuente: telesurtv.net
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