"Desde nuestro punto de vista eso representa una violación inadmisible e inaceptable de la soberanía brasileña", dijo en una conferencia de prensa en Brasilia.
"El tipo de reacción dependerá de la respuesta que sea dada", agregó al ser consultado por periodistas sobre la visita de Estado de Rousseff a Washington.
Y el reporte de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) violó las comunicaciones de Peña Nieto también molestó a México, un crucial aliado y socio comercial de Estados Unidos.
"El Gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional", dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Igual que Brasil, México pidió explicaciones a Washington.
Documentos filtrados por el ex contratista estadounidense de inteligencia Edward Snowden y divulgados en la noche del domingo por el canal brasileño de televisión Rede Globo dicen que la NSA espió las comunicaciones de Rousseff con sus asesores.
También muestran que la agencia estadounidense interceptó mensajes de Peña Nieto durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia en el 2012, obteniendo incluso los nombres de sus futuros ministros.
Los documentos, al parecer una presentación interna sobre las herramientas de espionaje electrónico de la NSA, fueron entregados por Snowden a Glenn Greenwald, un periodista del diario británico The Guardian que reveló en junio la existencia de masivos programas de espionaje de Estados Unidos.
Las denuncias profundizan el malestar de varios países de América Latina tras revelaciones previas de que la NSA había espiado las comunicaciones de sus ciudadanos.
Y el impacto podría ser demoledor para la aproximación de Brasil con Estados Unidos, que debe consumarse simbólicamente con la visita de Rousseff a Washington. La situación también es embarazosa para México.
"OBJETIVOS BRASILEÑOS Y MEXICANOS"
En los documentos, la NSA se refiere a aliados como Rousseff y Peña Nieto como "blancos". La agencia, dice un texto mostrado por Rede Globo, "fue capaz de aplicar con éxito esta técnica contra objetivos brasileños y mexicanos experimentados con OPSEC (seguridad de operaciones)".
El canciller brasileño dijo que el embajador estadounidense en el país sudamericano, Thomas Shannon, tomó nota de la indignación de Rousseff.
"El entendió lo que fue dicho, porque fue dicho en términos muy claros", aseguró Figueiredo a periodistas. "Se comprometió a entrar en contacto con la Casa Blanca hoy mismo", añadió.
Un portavoz de la embajada de Estados Unidos en Brasilia dijo previamente que el Gobierno brasileño tenía "preocupaciones válidas sobre estas revelaciones".
Brasil ya había expresado su malestar a Estados Unidos al trascender en julio que la NSA interceptó las comunicaciones de millones de brasileños.
Durante una visita a Brasilia en agosto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que Washington recogía información para proteger también a aliados como Brasil del terrorismo y prometió más transparencia.
Para Estados Unidos lo que está en juego es mucho más que una relación cordial con Brasil. El reporte sobre el espionaje a Rousseff llega justo en momentos en que Washington cabildea para vender cazas F/A-18 Super Hornet a la nación sudamericana, en un codiciado contrato por más de 4.000 millones de dólares.
Documentos filtrados previamente por Snowden sugirieron que Estados Unidos espió también a diplomáticos de la Unión Europea y a funcionarios de Naciones Unidas. Buscado por la justicia de Estados Unidos, el ex contratista está refugiado en Rusia.
Fuente: Terra
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