Fue un acto que decidieron hacer estos dos hombres chinos para consolidar su amor en un país en el que ni se concibe la unión legal entre dos personas del mismo sexo. Por ello, necesitaban hacer ruido: decidieron publicar cada paso de la ceremonia a través de Sina Weibo, la versión china de Twitter. Y, por supuesto, desde entonces se han convertido en fenómenos virales con 12.000 fans.
Al fin y al cabo, la boda significaba la culminación de un amor que comenzó cuandouno de ellos, un profesor retirado, recibió un pedido de agua que venía en manos del otro, un repartidor. Cuentan que fue un flechazo, que al segundo estaban prendados el uno del otro.
Uno de sus hijos, no está claro cuál como tampoco está claro la edad ni el nombre real de la pareja, se opuso de inmediato a esta relación: de ahí que les diera por publicar su enlace no oficial, en un intento de buscar la aprobación de sus conciudadanos.
Y la obtuvieron en cierta medida pero ni de lejos de forma unánime. Entre las miles de veces que se han reenviado sus fotos y mensajes la semana pasada se encontraban insultos como "psicológicamente anormales" (del usuario de Weibo xinsurujian) por un pueblo que todavía entiende las relaciones como un tabú.
Ellos, sin embargo, no se han dejado amedrentar. "Nuestro amor no se verá mermado aunque tengamos diferentes orígenes culturales, educativos y económicos y seamos del mismo sexo. Nos acompañaremos mutuamente y nunca nos separaremos", han explicado ellos en su cuenta de Weibo.
Sin embargo, todo debate sobre la homosexualidad es bueno, según ha opinado Steven Leo Nellie, consultor del Centro de Gays, Bisexuales, Lesbianas y Transexuales de Pekín (una organización que presta servicios sociales a quienes obedecen a su descripción).
En China se considera que prolongar el linaje familiar es una obligación de todo hombre y, por tanto, lo normal es que un joven homosexual se case con una mujer y tenga hijos por la presión social que recibe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario