Según el diario 'Post Courier', Kepari Leniata, de 20 años de edad, fue capturada, desnudada, atada, torturada con una barra de hierro ardiendo y quemada viva delante de cientos de personas por la familia del joven en Mount Hagen.
Al parecer, la Policía y los Bomberos trataron de impedir que la mujer ardiera, pero la multitud les impidió llegar hasta ella a tiempo, de modo que cuando por fin lo consiguieron ya había fallecido.
El comisario Tom Kiulunga ha condenado el linchamiento a Leniata, advirtiendo de que el caso, al que se ha referido como "impactante y diabólico", está siendo tratado como un asesinato. "En el siglo XXI esto es totalmente inaceptable", ha dicho.
No obstante, ha advertido del riesgo de que el caso se repita, por lo que ha instado a "iglesias, organizaciones humanitarias y autoridades a asumir su responsabilidad en este asunto para cesar o al menos minimizar los crímenes por brujería".
Es habitual que los crímenes y desapariciones misteriosos sean atribuidos por la población local a la brujería. Sin embargo, en 2009 una comisión parlamentaria advirtió de que estaban siendo utilizados como excusa para cometer asesinatos con total impunidad.
"TODO EL PESO DE LA LEY"
En este contexto, el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill ha condenado este "despreciable acto inhumano de barbarie" y ha advertido de que sobre los responsables caerá "todo el peso de la ley"."Nadie que lo haya cometido pertenece, en realidad, a nuestra misma sociedad. Quiero ver a sus responsables ante la justicia", ha dicho, en un mensaje transmitido por radio y televisión.
O'Neill ha subrayado que "los crímenes y la violencia sobre las mujeres relacionados con la brujería son inaceptables", al tiempo que ha lamentado que "cada vez sean más comunes" en algunas partes del país.
El comisario Tom Kiulunga ha condenado el linchamiento a Leniata, advirtiendo de que el caso, al que se ha referido como "impactante y diabólico", está siendo tratado como un asesinato. "En el siglo XXI esto es totalmente inaceptable", ha dicho.
No obstante, ha advertido del riesgo de que el caso se repita, por lo que ha instado a "iglesias, organizaciones humanitarias y autoridades a asumir su responsabilidad en este asunto para cesar o al menos minimizar los crímenes por brujería".
Es habitual que los crímenes y desapariciones misteriosos sean atribuidos por la población local a la brujería. Sin embargo, en 2009 una comisión parlamentaria advirtió de que estaban siendo utilizados como excusa para cometer asesinatos con total impunidad.
"TODO EL PESO DE LA LEY"
En este contexto, el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill ha condenado este "despreciable acto inhumano de barbarie" y ha advertido de que sobre los responsables caerá "todo el peso de la ley"."Nadie que lo haya cometido pertenece, en realidad, a nuestra misma sociedad. Quiero ver a sus responsables ante la justicia", ha dicho, en un mensaje transmitido por radio y televisión.
O'Neill ha subrayado que "los crímenes y la violencia sobre las mujeres relacionados con la brujería son inaceptables", al tiempo que ha lamentado que "cada vez sean más comunes" en algunas partes del país.
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