Combatieron el inusual frío no solamente con abrigos, bufandas y gorros sino con el calor de la multitud, mientras helicópteros sobrevolaban el área de la Playa de Copacabana y embarcaciones patrullaban la Bahía de Guanabara.
Los famosos hoteles y edificios de apartamentos de apartamentos de lujo adornaron sus balcones de blanco y amarillo, los colores del Vaticano.
Jóvenes con cámaras y celulares se colgaron hasta de los postes para ver a Francisco que en varias ocasiones se detuvo para besar bebes que le acercaban los miembros de su escolta. En uno de esos momentos, le acercaron un mate, dio un sorbo y lo devolvió.
Los fieles congregados a los lados de la vía que participaron en el primer gran encuentro con Francisco, que el jueves les dio la bienvenida a la Jornada Mundial de la Juventud.
La tarima de color blanco, con gigantes pantalla, un enorme cristo de fondo, fue ubicada al final del malecón de Copacabana, de color blanco, entre la avenida y la playa.
El recibimiento a Francisco en la tarima fue carnavalesco con jóvenes bailando y cargando banderas de múltiples países.
Fue entonces cuando el papa Francisco sorprendió a los jóvenes al cambiar de idioma y en vez de seguir hablando en portugués, lo hizo en español.
Aunque en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, el santo padre habló principalmente en portugués, e intercambió algunas palabras en español, en su visita a Copacabana el idioma que predominó fue el de su natal Argentina, frente a una multitud ferviente de miles de jóvenes que hacían ondear banderas de sus países.
"Río se convierte en el centro de la Iglesia" esta semana, dijo el pontífice en tono emotivo.
Luego pidió a los participantes guardar un "instante de silencio" por la joven de Guyana francesa, Sophie Moriniere, que murió en un "trágico accidente" y que iba a participar en la Jornada.
"La fe de ustedes es más fuerte que la lluvia... veo en ustedes la belleza del rostro de Cristo", fueron las primeras palabras del pontífice a los jóvenes.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la misa que el papa Francisco tenía programada para el domingo ha sido trasladada de una zona rural, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Río de Janeiro, a la playa de Copacabana en Río porque las lluvias han hecho de ese lugar un lodazal.
Recordó que la primera Jornada Mundial de la Juventud se celebró en 1987 en Argentina. "Guardo vivas en la memoria estas palabras de Juan Pablo II a los jóvenes: '¡Tengo tanta esperanza en vosotros! Espero sobre todo que renovéis vuestra fidelidad a Jesucristo y su cruz redentora", dijo en su lengua nativa.
Entre aplausos y los gritos de los jóvenes de "esta es la juventud del papa", Francisco les dio la bienvenida: "se los agradecemos de todo corazón... ¡Son ustedes tantos!".
La marea de jóvenes llegó casi hasta el malecón de Copacabana, afamada playa de Rio de Janeiro, conocida por las imágenes que la presentan llena de bañistas en ropas ligeras tomando el sol.
Pocos se animaron a poner los pies en la arena y nadie estaba dispuesto a entrar al mar pues además de la lluvia y el frío, los peregrinos que viajaron a la Jornada Mundial de la Juventud querían ver al carismático jefe del catolicismo mundial.
Horas antes el papa visitó una de las favelas del norte de Río de Janeiro, donde ofreció un mensaje de esperanza a sus habitantes cuando dijo que los ricos deben hacer más para poner fin a la "cultura del egoísmo", que ha marginado a los pobres de la sociedad.
Fue una clara referencia a las violentas protestas que paralizaron varias ciudades del país en las últimas semanas cuando miles de brasileños, enfurecidos por una rampante corrupción, la mediocre prestación de los servicios públicos y la irrelevancia de la clase política brasilera, se tomaron las calles.
En este viaje, el mensaje del papa también ha fustigado elites políticas y económicas y ha motivado a la juventud para para luchar por sus ideales, combatir la exclusión y las desigualdades.
La playa de Copacabana, vigilada constantemente por cuatro navíos patrulla y 22 embarcaciones de menor tamaño, mientras 800 soldados supervisan el tránsito y la movilización de los peregrinos.
Los famosos hoteles y edificios de apartamentos de apartamentos de lujo adornaron sus balcones de blanco y amarillo, los colores del Vaticano.
Jóvenes con cámaras y celulares se colgaron hasta de los postes para ver a Francisco que en varias ocasiones se detuvo para besar bebes que le acercaban los miembros de su escolta. En uno de esos momentos, le acercaron un mate, dio un sorbo y lo devolvió.
Los fieles congregados a los lados de la vía que participaron en el primer gran encuentro con Francisco, que el jueves les dio la bienvenida a la Jornada Mundial de la Juventud.
La tarima de color blanco, con gigantes pantalla, un enorme cristo de fondo, fue ubicada al final del malecón de Copacabana, de color blanco, entre la avenida y la playa.
El recibimiento a Francisco en la tarima fue carnavalesco con jóvenes bailando y cargando banderas de múltiples países.
Fue entonces cuando el papa Francisco sorprendió a los jóvenes al cambiar de idioma y en vez de seguir hablando en portugués, lo hizo en español.
Aunque en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, el santo padre habló principalmente en portugués, e intercambió algunas palabras en español, en su visita a Copacabana el idioma que predominó fue el de su natal Argentina, frente a una multitud ferviente de miles de jóvenes que hacían ondear banderas de sus países.
"Río se convierte en el centro de la Iglesia" esta semana, dijo el pontífice en tono emotivo.
Luego pidió a los participantes guardar un "instante de silencio" por la joven de Guyana francesa, Sophie Moriniere, que murió en un "trágico accidente" y que iba a participar en la Jornada.
"La fe de ustedes es más fuerte que la lluvia... veo en ustedes la belleza del rostro de Cristo", fueron las primeras palabras del pontífice a los jóvenes.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la misa que el papa Francisco tenía programada para el domingo ha sido trasladada de una zona rural, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Río de Janeiro, a la playa de Copacabana en Río porque las lluvias han hecho de ese lugar un lodazal.
Recordó que la primera Jornada Mundial de la Juventud se celebró en 1987 en Argentina. "Guardo vivas en la memoria estas palabras de Juan Pablo II a los jóvenes: '¡Tengo tanta esperanza en vosotros! Espero sobre todo que renovéis vuestra fidelidad a Jesucristo y su cruz redentora", dijo en su lengua nativa.
Entre aplausos y los gritos de los jóvenes de "esta es la juventud del papa", Francisco les dio la bienvenida: "se los agradecemos de todo corazón... ¡Son ustedes tantos!".
La marea de jóvenes llegó casi hasta el malecón de Copacabana, afamada playa de Rio de Janeiro, conocida por las imágenes que la presentan llena de bañistas en ropas ligeras tomando el sol.
Pocos se animaron a poner los pies en la arena y nadie estaba dispuesto a entrar al mar pues además de la lluvia y el frío, los peregrinos que viajaron a la Jornada Mundial de la Juventud querían ver al carismático jefe del catolicismo mundial.
Horas antes el papa visitó una de las favelas del norte de Río de Janeiro, donde ofreció un mensaje de esperanza a sus habitantes cuando dijo que los ricos deben hacer más para poner fin a la "cultura del egoísmo", que ha marginado a los pobres de la sociedad.
Fue una clara referencia a las violentas protestas que paralizaron varias ciudades del país en las últimas semanas cuando miles de brasileños, enfurecidos por una rampante corrupción, la mediocre prestación de los servicios públicos y la irrelevancia de la clase política brasilera, se tomaron las calles.
En este viaje, el mensaje del papa también ha fustigado elites políticas y económicas y ha motivado a la juventud para para luchar por sus ideales, combatir la exclusión y las desigualdades.
La playa de Copacabana, vigilada constantemente por cuatro navíos patrulla y 22 embarcaciones de menor tamaño, mientras 800 soldados supervisan el tránsito y la movilización de los peregrinos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario