La novedad fue confirmada esta noche por el vocero del Gabinete de Seguridad del gobierno federal, Eduardo Sánchez, quien resaltó que Treviño fue capturado “sin un solo disparo”, reportaron la agencia noticiosa estatal Notimex y los diarios El Universal, La Jornada y Reforma.
En tanto, fuentes de la Procuraduría de Tamaulipas revelaron que durante el operativo también fueron detenidos un contador y un custodio de Treviño, y que estaba previsto que los tres fueran trasladados esta noche al Distrito Federal.
Treviño tenía siete órdenes de captura, es investigado en al menos 12 causas y sobre él pesan cargos de delincuencia organizada, homicidio, tortura, lavado de dinero y portación de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, precisó Sánchez en una conferencia de prensa.
La noticia había sido anticipada pocas horas antes por todos los medios mexicanos y varios estadounidenses, que citaron fuentes oficiales no identificadas pero publicaron versiones diferentes sobre el momento y el lugar de la detención.
Treviño Morales nació el 18 de noviembre de 1970 en Nuevo Laredo, en el seno de una familia numerosa radicada en Dallas, en el estado estadounidense Texas, donde comenzó de muy joven su carrera delictiva.
Dio sus primeros pasos en la pandilla Los Tejas, dedicada al robo y al narcomenudeo en zonas de alta concentración de hispanos en territorio estadounidense, afirmó La Jornada.
En 1999 comenzó a trabajar para Osiel Cárdenas, cuando Los Zetas se convirtieron en el brazo armado del cartel del Golfo.
Treviño era uno de los pocos fundadores de Los Zetas que no fue desertor de fuerzas de elite del Ejército mexicano.
Tras la captura de Cárdenas, en marzo de 2003, Los Zetas abandonaron al cartel del Golfo y se unieron al de los hermanos Beltrán Leyva.
Para entonces, Treviño ya era el segundo de Los Zetas, entonces a cargo de Heriberto Lazcano, alias El Lazca.
Treviño quedó al frente de Los Zetas en octubre de 2012, cuando Lazcano fue abatido en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad y su cadáver fue robado horas después de una casa funeraria por un comando armado.
A Los Zetas se les atribuyen decapitaciones y matanzas, como el asesinato de 72 inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, que aparecieron sin vida en un rancho del interior de Tamaulipas en 2010.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares y la Procuraduría General de México, unos 2,4 millones, por información que contribuyera a capturar a Treviño.
Las autoridades de Estados Unidos lo responsabilizan por la introducción a su país de cargamentos con cientos de kilos de cocaína cada semana desde México, así como por facilitar el tráfico de drogas desde Guatemala, donde Los Zetas también tienen fuerte presencia, consignó la agencia DPA.
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