Los médicos afirmaron que la vida de la niña y la del feto afrontan un alto riesgo, pero el aborto está prohibido en el país.
En Chile estaban autorizados los abortos por razones médicas hasta que en 1973 los prohibió la dictadura del general Augusto Pinochet. El gobierno actual del presidente conservador Sebastián Piñera se ha opuesto a flexibilizar la medida.
Numerosos chilenos manifestaron el viernes su ira en torno a la polémica a través de las redes sociales.
Algunos emprendieron por internet una campaña en demanda de la legalización del aborto en casos de violación o si el embarazo representa un peligro para la salud de la madre.
“Cuando supe del caso de esta niña, mi primera reacción fue apoyar el aborto, que creo que es la mejor opción en este caso”, dijo Eduardo Hernández, un diseñador de páginas web de 30 años de edad. “Es la primera petición online que firmo en mi vida, porque me pareció que el caso lo merece. Se debería legislar. Espero que este caso sirva como precedente para hablar en serio del caso del aborto”, agregó. El Senado de Chile rechazó en 2012 tres iniciativas de ley que pretendían flexibilizar la prohibición sobre los abortos.
De acuerdo con una de las propuestas, el aborto se autorizaría cuando dos médicos coincidieran en que el procedimiento es necesario porque está en riesgo la vida de la madre o por otros motivos médicos, como las escasas posibilidades de supervivencia del feto.
Según otra de las iniciativas rechazadas, se autorizaba poner fin al embarazo en caso de violación.
Cuarenta años después de una dictadura militar, Chile sigue siendo firmemente conservador en asuntos sociales. Legalizó el divorcio por primera vez en 2004, convirtiéndose en una de las últimas naciones en el mundo que garantiza ese derecho a las parejas casadas.
“(Chile) es un país adverso a riesgos, es un país que le tiene pánico al cambio. Todo cambio se convierte en una amenaza”, dijo Marta Lagos, directora de la agencia encuestadora Mori, con sede en Santiago.
“La fortaleza del catolicismo, a pesar de todo, sigue siendo uno de los temas. El peso del cristianismo…y tenemos una cultura indígena milenaria. Nuestros indígenas vivían muy aislados del resto del mundo; y nosotros tenemos esa cultura del aislamiento que viene milenariamente”, señaló.
“Chile es un país que se ha modernizado en lo económico, pero que en su cultura social y política se ha quedado estancado, y el aborto es parte de esto”, añadió.
La Iglesia católica romana continúa teniendo una fuerte influencia sobre la sociedad, aunque ha perdido credibilidad desde 2010, cuando cuatro hombres aseveraron que sufrieron abuso por parte de uno de los sacerdotes más reverenciados de Chile cuando tenían entre 14 y 17 años de edad.
Piñera anunció el año pasado medidas para combatir el abuso infantil, respondiendo a un reclamo popular debido al incremento de tales crímenes. El presidente endureció las sentencias a pedófilos convictos, incrementó el presupuesto del instituto forense y creó un ombudsman para proteger los derechos de los niños.
Su gobierno además prohibió que pedófilos convictos trabajen cerca de niños, bajo una ley que exige también que los condenados por abuso sexual a menores sean registrados en una base de datos. Los reportes de abuso sexual a niños menores de 14 años aumentaron 22% en la primera mitad de 2012.
Pero en Chile los cambios ocurren lentamente. Una ley en contra de la discriminación se estancó en el Congreso durante siete años y apenas fue aprobada en 2012 después del asesinato de un hombre homosexual que fue golpeado por atacantes que tallaron en su cuerpo cruces gamadas.
“La elite chilena sí es muy conservadora, eso ha tenido una influencia en el Congreso y eso ha hecho que las leyes cambien a una velocidad mucho más lenta de lo que ha cambiado la sociedad chilena. La sociedad chilena es mucho menos conservadora que lo que era hace 15 ó 20 años”, dijo Patricio Navia, un profesor de Ciencia Política en la Universidad de Nueva York.
La ex presidenta Michelle Bachelet, que encabeza las encuestas para la elección presidencial del 17 de noviembre, está a favor de la legalización del aborto en casos de violación o riesgo de muerte de la madre o el bebé. Dedicó los dos últimos años a dirigir la agencia de la ONU para las mujeres.
Su adversario, el ex ministro de Economía Pablo Longueira, fue cercano a Pinochet. Él se opone a la legalización del aborto y a la llamada píldora del día siguiente.
Uruguay aprobó una ley que autoriza abortos electivos en los primeros tres meses de embarazo. Su aprobación fue vista ampliamente como un hito para una región en la que muchos países prohíben el aborto en todas las circunstancias. Aparte de Uruguay, sólo Cuba y algunos gobiernos locales otorgan accesibilidad a todas las mujeres a abortos tempranos.
Fuente: yucatan.com.mx
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