"Hacemos un llamamiento para que se acabe cualquier práctica que ponga en peligro el bienestar de los niños, de acuerdo con los instrumentos internacionales para los derechos humanos", se indica en un comunicado del organismo de Naciones Unidas.
Estas ceremonias tradicionales, cuya intención es marcar el paso a la edad adulta, son habituales en algunas culturas africanas. Tras ser circuncidados en las llamadas "escuelas de iniciación", los jóvenes deben permanecer varias semanas en zonas aisladas, sin compañía de otras personas ni asistencia médica.
Las autoridades encontraron a las víctimas con gangrena, síntomas de deshidratación y heridas sépticas, mientras algunos de los jóvenes presentaban intentos de castración y signos de haber sido agredidos, dos prácticas que nada tienen que ver con la tradición.
"La Convención de Naciones Unidas de los Derechos del Niño (CIDN) deja claras las responsabilidades de todos los miembros de la sociedad, incluyendo los gobiernos, de garantizar el suministro de asistencia médica a los niños", se indica en la nota de UNICEF.
Decenas de miles de jóvenes sudafricanos pasan cada año por las escuelas de iniciación, algunas de las cuales actúan al margen de la ley.
El hecho de que la circuncisión sea llevada a cabo por personas que no están preparadas para ello o que están bajo los efectos del alcohol en el momento de realizar los cortes son, según las autoridades sudafricanas, algunos de los motivos de las muertes y las heridas que sufren los muchachos, en algunos casos de gravedad.
Por otra parte, el Departamento de Salud de la Provincia del Cabo Oriental -sureste de Sudáfrica- y el ministro de Salud, Aaron Motsoaledi, aseguraron que algunos jóvenes son forzados a ser circuncidados en las escuelas, que piden a sus familias sobornos para asegurar la seguridad de los hijos.
"La CIDN dice también dice que todos los niños tienen derecho a rechazar la circuncisión", añade UNICEF, que remarcó la necesidad de que "el procedimiento sea llevado a cabo adecuadamente" y por personas "preparadas de forma apropiada".
Decenas de adolescentes mueren cada año en Sudáfrica en escuelas de iniciación.
Estas ceremonias tradicionales, cuya intención es marcar el paso a la edad adulta, son habituales en algunas culturas africanas. Tras ser circuncidados en las llamadas "escuelas de iniciación", los jóvenes deben permanecer varias semanas en zonas aisladas, sin compañía de otras personas ni asistencia médica.
Las autoridades encontraron a las víctimas con gangrena, síntomas de deshidratación y heridas sépticas, mientras algunos de los jóvenes presentaban intentos de castración y signos de haber sido agredidos, dos prácticas que nada tienen que ver con la tradición.
"La Convención de Naciones Unidas de los Derechos del Niño (CIDN) deja claras las responsabilidades de todos los miembros de la sociedad, incluyendo los gobiernos, de garantizar el suministro de asistencia médica a los niños", se indica en la nota de UNICEF.
Decenas de miles de jóvenes sudafricanos pasan cada año por las escuelas de iniciación, algunas de las cuales actúan al margen de la ley.
El hecho de que la circuncisión sea llevada a cabo por personas que no están preparadas para ello o que están bajo los efectos del alcohol en el momento de realizar los cortes son, según las autoridades sudafricanas, algunos de los motivos de las muertes y las heridas que sufren los muchachos, en algunos casos de gravedad.
Por otra parte, el Departamento de Salud de la Provincia del Cabo Oriental -sureste de Sudáfrica- y el ministro de Salud, Aaron Motsoaledi, aseguraron que algunos jóvenes son forzados a ser circuncidados en las escuelas, que piden a sus familias sobornos para asegurar la seguridad de los hijos.
"La CIDN dice también dice que todos los niños tienen derecho a rechazar la circuncisión", añade UNICEF, que remarcó la necesidad de que "el procedimiento sea llevado a cabo adecuadamente" y por personas "preparadas de forma apropiada".
Decenas de adolescentes mueren cada año en Sudáfrica en escuelas de iniciación.
EFE
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