Según informan medios internacionales, la mujer, que era madre de dos hijos, fue torturada con un fierro caliente y amarrada. Luego le rociaron gasolina y le prendieron fuego sobre un basural de la localidad de Mount Hagen.
Los atacantes habrían cometido el crimen luego de obligarla a confesar que había asesinado a su hijo con brujería. El pequeño falleció a comienzos de semana en el hospital, por razones desconocidas.
Una vez que obtuvieron las declaraciones de la mujer, un grupo de individuos la ató de manos y pies para luego quemarla viva frente a la mirada atenta de decenas de personas, incluida, la policía, que no hicieron nada para detenerlo.
Las autoridades locales admitieron que este tipo de incidentes no son poco usuales en Papúa Nueva Guinea, sin embargo, es muy raro que ocurran a plena luz del día.
Fuente: 24horas.cl
Los atacantes habrían cometido el crimen luego de obligarla a confesar que había asesinado a su hijo con brujería. El pequeño falleció a comienzos de semana en el hospital, por razones desconocidas.
Una vez que obtuvieron las declaraciones de la mujer, un grupo de individuos la ató de manos y pies para luego quemarla viva frente a la mirada atenta de decenas de personas, incluida, la policía, que no hicieron nada para detenerlo.
Las autoridades locales admitieron que este tipo de incidentes no son poco usuales en Papúa Nueva Guinea, sin embargo, es muy raro que ocurran a plena luz del día.
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