Con estos nuevos refuerzos, la Fuerza Multinacional de África Central contará, a finales de semana, con 760 hombres en la República centroafricana, según una fuente de la FOMAC.
Esta fuerza regional, desplegada en 2008 con el fin de estabilizar al país, había empezado un proceso de retiro cuando estalló la ofensiva rebelde el pasado 10 de diciembre.
Estas tropas, que serán enviadas por Gabón, Camerún y Congo Brazzaville, se sumarán a un contingente de 400 soldados chadianos desplegados en Damara, la última ciudad que separa a los insurgentes de Bangui, la capital, ubicada a 75 kilómetros al norte.
La ciudad de Damara "es el límite que ninguna de las partes debe sobrepasar", advirtió el lunes por la noche el dirigente chadiano, Idris Deby Itno, presidente de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), y tradicional aliado del presidente Bozizé.
En su mensaje de Año Nuevo, el Presidente centroafricano agradeció al ejército chadiano sin el cual "Bangui estaría hoy invadido".
El domingo, el presidente de la Unión Africana, Thomas Boni Yayi, viajó a Bangui donde obtuvo que el presidente Bozizé acepte iniciar negociaciones, sin tardar, en Libreville, capital de Gabón, así como la formación de un gobierno de unión nacional en el que podrían tomar parte los rebeldes de Seleka.
"Estoy listo para el diálogo, espero que los jefes de Estado (de la CEEAC) fijen una fecha para que podamos discutir con Seleka y encontrar soluciones para salir de esta crisis", repitió Bozizé el martes.Sin embargo, el portavoz de los rebeldes de Seleka, Eric Massi, volvió a rechazar las propuestas de diálogo del presidente Bozizé. "Sabemos que (Bozizé) no quiere dialogar", dijo Massi a la AFP.
El martes, el arzobispo de Bangui, Mons. Dieudonné Nzapalainga, se unió a los llamados de la comunidad internacional en favor del diálogo y evocó la esperanza de alcanzar una solución pacífica.
En Bangui, en ocasión del Año Nuevo, miles de fieles fueron a rezar en las iglesias católicas y protestantes de la ciudad.
"Hemos venido a agradecer a Dios por habernos protegido durante los conflictos que azotan a nuestro país. Rezamos por la paz. Dios no ha abandonado a los centroafricanos", dijo Yves Enza Betilamba, uno de los devotos.
Sin embargo, la preocupación de la comunidad internacional aumenta ante el rápido deterioro de la situación en este pequeño país de 5 millones de habitantes, que se encuentra entre los más pobres del mundo.Washington pidió a los rebeldes que "cesen las hostilidades y su avance hacia la capital".
París, que dispone en el aeropuerto de un contingente de 600 hombres listos en caso de una eventual evacuación de los ciudadanos europeos, hizo un llamado al diálogo pero ha dicho en varias ocasiones que no intervendrá para salvar al régimen.
La posición de París ha alimentado un sentimiento anti-francés en Bangui, en donde el presidente del COCORA (Coalición ciudadana opuesta a los rebeldes armados), Levy Yakite, acusó el martes, en la radio nacional, a los medios franceses e internacionales de haber "contribuido a la agravación de la situación y de haber incitado al odio".
Fuente: AFP
Esta fuerza regional, desplegada en 2008 con el fin de estabilizar al país, había empezado un proceso de retiro cuando estalló la ofensiva rebelde el pasado 10 de diciembre.
Estas tropas, que serán enviadas por Gabón, Camerún y Congo Brazzaville, se sumarán a un contingente de 400 soldados chadianos desplegados en Damara, la última ciudad que separa a los insurgentes de Bangui, la capital, ubicada a 75 kilómetros al norte.
La ciudad de Damara "es el límite que ninguna de las partes debe sobrepasar", advirtió el lunes por la noche el dirigente chadiano, Idris Deby Itno, presidente de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), y tradicional aliado del presidente Bozizé.
En su mensaje de Año Nuevo, el Presidente centroafricano agradeció al ejército chadiano sin el cual "Bangui estaría hoy invadido".
El domingo, el presidente de la Unión Africana, Thomas Boni Yayi, viajó a Bangui donde obtuvo que el presidente Bozizé acepte iniciar negociaciones, sin tardar, en Libreville, capital de Gabón, así como la formación de un gobierno de unión nacional en el que podrían tomar parte los rebeldes de Seleka.
"Estoy listo para el diálogo, espero que los jefes de Estado (de la CEEAC) fijen una fecha para que podamos discutir con Seleka y encontrar soluciones para salir de esta crisis", repitió Bozizé el martes.Sin embargo, el portavoz de los rebeldes de Seleka, Eric Massi, volvió a rechazar las propuestas de diálogo del presidente Bozizé. "Sabemos que (Bozizé) no quiere dialogar", dijo Massi a la AFP.
El martes, el arzobispo de Bangui, Mons. Dieudonné Nzapalainga, se unió a los llamados de la comunidad internacional en favor del diálogo y evocó la esperanza de alcanzar una solución pacífica.
En Bangui, en ocasión del Año Nuevo, miles de fieles fueron a rezar en las iglesias católicas y protestantes de la ciudad.
"Hemos venido a agradecer a Dios por habernos protegido durante los conflictos que azotan a nuestro país. Rezamos por la paz. Dios no ha abandonado a los centroafricanos", dijo Yves Enza Betilamba, uno de los devotos.
Sin embargo, la preocupación de la comunidad internacional aumenta ante el rápido deterioro de la situación en este pequeño país de 5 millones de habitantes, que se encuentra entre los más pobres del mundo.Washington pidió a los rebeldes que "cesen las hostilidades y su avance hacia la capital".
París, que dispone en el aeropuerto de un contingente de 600 hombres listos en caso de una eventual evacuación de los ciudadanos europeos, hizo un llamado al diálogo pero ha dicho en varias ocasiones que no intervendrá para salvar al régimen.
La posición de París ha alimentado un sentimiento anti-francés en Bangui, en donde el presidente del COCORA (Coalición ciudadana opuesta a los rebeldes armados), Levy Yakite, acusó el martes, en la radio nacional, a los medios franceses e internacionales de haber "contribuido a la agravación de la situación y de haber incitado al odio".
Fuente: AFP
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