"Agradezco de corazón a todos su oración y afecto en estos días. Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los Ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana", afirmó.
Al finalizar la ceremonia, Benedicto XVI agradeció a los fieles “por haber acudido aquí de forma tan numerosa""La Iglesia, que es madre ymaestra, llama a todos sus miembros a renovarse en espíritu, are-orientarse con decisión hacia Dios, renegando del orgullo ydel egoísmo para vivir en el amor", añadió el Pontífice en su mensaje.
Muchos de los asistentes llevaron carteles y vivaron al Papa al grito de "Benedetto". A la oración asistieron también el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y los concejales. Cantos, coros y bailes animaron el clima de la plaza, dondeun gran cantidad de familias y personas de diferentes países, en especialde Polonia, Portugal y España, expresaron su cariño al Papa quedejará sus funciones al frente de la iglesia católica el 28 de febrero.
Unos 1.000 policías y cerca de 200 voluntarios se encargaron de garantizar la seguridad en la plaza. Las calles próximas al Vaticano estuvieron cerradas al tráfico y se puso al servicio del público un número adicional de medios de transporte.
Habitualmente, sólo unos miles de creyentes se reúnen los domingos en la Plaza de San Pedro para asistir al rezo del Angelus con el papa.
Fuente: clarin.com
Al finalizar la ceremonia, Benedicto XVI agradeció a los fieles “por haber acudido aquí de forma tan numerosa""La Iglesia, que es madre ymaestra, llama a todos sus miembros a renovarse en espíritu, are-orientarse con decisión hacia Dios, renegando del orgullo ydel egoísmo para vivir en el amor", añadió el Pontífice en su mensaje.
Muchos de los asistentes llevaron carteles y vivaron al Papa al grito de "Benedetto". A la oración asistieron también el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y los concejales. Cantos, coros y bailes animaron el clima de la plaza, dondeun gran cantidad de familias y personas de diferentes países, en especialde Polonia, Portugal y España, expresaron su cariño al Papa quedejará sus funciones al frente de la iglesia católica el 28 de febrero.
Unos 1.000 policías y cerca de 200 voluntarios se encargaron de garantizar la seguridad en la plaza. Las calles próximas al Vaticano estuvieron cerradas al tráfico y se puso al servicio del público un número adicional de medios de transporte.
Habitualmente, sólo unos miles de creyentes se reúnen los domingos en la Plaza de San Pedro para asistir al rezo del Angelus con el papa.
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